Gabriel se despide de mí con un beso en la frente y con el desayuno en una bandeja que deja en la mesita de noche. Me ha pedido que en cuanto reciba los resultados se los envíe, para buscar un especialista e iniciar el tratamiento que corresponda.
Este fin de semana con él ha sido bastante interesante, me cocinó, fue a comprarme ropa, leímos juntos y nos reímos. No hablamos de nada de lo sucedido, porque me dijo que no quería estresarme hasta no saber con certeza mi condición médica, pero que si quería hablar que lo hiciera con confianza.
Pero, ¿cómo le digo que me emborraché y me acosté con su amigo? Me muero de vergüenza, estoy segura que eso lo va a decepcionar, porque le dije que Ignacio no me interesaba y caí por bruta.
Respiro profundo, acerco la bandeja para comer algo antes de levantarme, pero al levantar el plato que cubría una ensalada d
Gabriel mantiene sus labios unidos a los míos unos segundos, mi cuerpo se vuelve mantequilla y yo no entiendo nada, aún así lo disfruto porque esto no será para siempre. Él se separa bruscamente, me mira asustado y algo sonrojado, se ve tan bello, inocente… me lo quiero comer, pero a él no le gustan las mujeres, ¿cierto? Y mucho menos una que está embarazada de otro.-L-lo siento… no debí…-Sshhh, déjame disfrutar mi gloria, de ser tu primer beso, no mates mi ego – trato de decirle divertida, pero ahora es lo que menos siento -.Llega el doctor y le pide a Gabriel que lo ayude a trasladarme a la sala donde me harán un ultrasonido, a pesar de todo, tengo la esperanza que ese examen sea erróneo, que cambiaran las muestras, qué sé yo… tener un hijo es una bendición, pero que sea de alguien como Ignacio, no lo sé.-
Tras dos semanas de enterarme que Alissa está embarazada de Ignacio, estamos esperando a que la llamen para el ultrasonido.Unos días después de ese incidente, ella me contó todo lo que había pasado. Aclaramos también las cosas que la llevaron a esconderse de mí, pero solo hasta ahí.Jazmín me dio con la pañalera cuando fui a visitarla ayer, me dijo que era mi oportunidad de decirle la verdad y la había desperdiciado. Pero cuando le dije que no quise hacerlo para no confundirla más ni asustarla, me entendió, sobre todo porque entiende eso de las hormonas alborotadas.Ella me toma la mano firme, está asustada porque cree que el golpe pudo dañar al bebé, pero yo le digo que debe estar tranquila, que todo saldrá bien.Sale la misma matrona que la atendió hace dos semanas y nos hace pasar. Mi chica va con un vestido ligero, me dijo que
Cinco semanas después… Alissa y yo hacemos el trayecto de todos los días a la oficina, cantando y riendo de los autos que tocan la bocina para avanzar, cuando es evidente que estamos en un atasco. Todo va bien, excepto por su respuesta, que no ha llegado aún. -Sabes, estaba pensando en que tal vez deberías cambiar el auto – me río por su forma de decirlo, casi como si fuese a regañarla -. -Estaba pensando lo mismo, pero quiero esperar un poco más. Puede ser que conserve este y compre el otro para trasladarlos a ti y a nuestro hijo. -Me gusta que lo llames nuestro hijo. -Porque así será, independiente de la respuesta que me des a la propuesta que te hice, ese hermoso bebé será mi hijo. -¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? -Sí. Le respondo sin dudas, porque no las tengo, ese niño se convirtió en mi hijo desde que su padre biológico lo rechazó. El teléfono de Alissa suena, ella lo saca y la v
-Porque cuando quise hacerlo, perdí la oportunidad, luego te fuiste, dejándome sumido en un dolor agonizante – me aparto de ella y limpio sus lágrimas con mis besos -. No sabes cuanto me arrepiento de no haberte dicho la verdad antes, te habría evitado mucho sufrimiento.-Lo único que te salva es que has sido bueno conmigo desde el principio y que aceptaste este bebé como tuyo desde el primer momento.-Nuestro bebé…Me salgo de ella, bajo mi cabeza hacia su vientre, lo beso y la siento estremecerse. Mis manos tocan su piel cálida, la acaricio como siempre quise.-Y también, agradéceles a mis hormonas, que me hacen ver lo lindo que eres.La veo desde esa altura y ella me acaricia el cabello que sigue algo húmedo. Me sonríe, lo que me obliga a subir otra vez y besarla.-¿Estuvo bien? ¿Te hice daño?-Estuvo magnífi
Nos encontramos reunidos con mi familia, en casa de mi madre. Ella disfruta de sus nietos, haciéndole caras y tomando sus manitas, mis pequeños sobrinos son preciosos y muy bien portados, casi no dan qué hacer. Alissa se acerca a ellos, mi madre la mira y le sonríe.-Eres muy linda, niña, supongo que eres muy amiga de mi hijo.-Algo así – Alissa sonríe y luego me ve, que trato de aguantar una carcajada -.Llego a su lado y le tomo la mano, llamo la atención de todos y les pido que se sienten en la sala. Jazmín me mira feliz, ella es la única que sabe todo y está feliz por nosotros.-Familia, tengo algo muy importante que contarles – acerco a Alissa a mi lado, rodeándola con mi brazo por la cintura -. Alissa y yo no vamos a casar.Me esperaba gritos ahogados, sorpresas y cuestionamientos, pero todos ríen y aplauden.-¡Felicidades, cu&n
Alex y Piero están conmigo esperando a que la novia llegue por el pasillo repleto de flores, los invitados solo son la familia más cercana, el día está precioso y mis manos sudan como nunca.-No puedo creer que te vayas a casar, tío… ¿estás seguro? – me pregunta Alex, él no conoce los detalles de mi decisión -. Un matrimonio para cubrir apariencias…-Hay muchas cosas que no entiendes, querido sobrino – le digo sonriendo -. Pero puedo decirte que hoy es uno de esos días inolvidables y que puedes llevarte muchas sorpresas.La música suave llena el ambiente con una toque de romanticismo delicado, invitando a soñar con mejores expectativas para la vida. De pronto, el cuarteto se detiene y comienza a escucharse la marcha nupcial.Jazmín entra primero, con un pequeño ramo de botones de rosas. Camina con una sonrisa que me ilumina el alma,
Caminamos de la mano por los terrenos de la Catedral San Juan Bautista de Norwich, gracias a mi suegra supe que el sueño de Alissa siempre fue viajar a Inglaterra, pero que nunca lo consiguió por diversos motivos.-Es realmente hermosa, la manera de construirla y que se mantenga después de más de cien años – me dice mi bella esposa mientras observa la techumbre del edificio -.-Pero lo que veremos a continuación es aún más hermoso, vamos.La llevo en dirección al jardín que se encuentra tras la catedral, el Plantation Garden, con una vegetación bien cuidada, con una pileta alta y que es digna de un castillo.-¿Sabes? Creo que en casa nos hace falta una de estas – me dice tomándole una fotografía -.-Preciosa… una así nos dejaría sin espacio para que corran nuestros retoños – la abrazo por la espalda, apoyo
Estamos sentados en el sofá de la casa, observando el jardín. Desde hace una semana nos estamos quedando en casa, puesto que el embarazo de Alissa está en la cuenta regresiva. Ella se remueve incómoda, las últimas horas Ángello ha estado bastante inquieto.-Otra vez quejándose de la falta de espacio – le susurro a mi hijo -. Mamá está incómoda, tanto como tú.Dejo un beso y acaricio la mano de mi esposa.-Gabriel, ayúdame a ponerme de pie, necesito ir al baño otra vez.-Vamos, mami, te ayudo.La acompaño al baño, espero a que salga y caminamos juntos de regreso al sofá, pero ella niega con la cabeza.-Vamos al jardín, necesito caminar un poco.Estamos dando el primer paso fuera de la casa, cuando ella se detiene.-Gabriel… ya, las llaves.-Yo creo que esas pataditas son… - me callo cu