74. Cálidas flores de primavera (II)
Bing Wen sabía que a Xin’er no le bastaría con solo un beso más. Después de tanto tiempo juntos, conocía a la perfección su personalidad tan ansiosa. Los sentimientos de ambos inundaron la habitación, creando un ambiente romántico que Bing Wen jamás se imaginó experimentar en su vida. Sus intenciones al entrar en la habitación de Xin’er eran confesar esos pensamientos que habían estado rondando su mente durante tanto tiempo, pero las cosas terminaron de una manera bastante distinta. Xin’er lo llevó a su cama, donde lo llenó de caricias en su rostro y besos en sus labios, los cuales se sintieron como las cálidas flores de la primavera. Después de un rato, Bing Wen dejó que Xin’er se pusiera encima suya y aprovechó esa posición para pasar una mano detrás de su cabeza, afianzando el agarre. Xin’er no se esperaba esa reacción, pero tampoco es como si tuviera algo en contra. Bing Wen recibió un beso en sus labios, en su frente, en su nariz y de nuevo en sus labios. La presenci
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