Imperio.El silencio de Tristán me asustó, por un momento creí que él saltaría de emoción, pero no fue así. Él estaba sereno tanto que el miedo se instaló en mi corazón, al pensar que ahora que nuestro hijo crecía dentro de mí fuera él quien no lo deseara. Más no dije nada porque no quería equivocarme de nuevo, le daría tiempo y espacio tal como él lo había hecho conmigo para no dañar más nuestra relación, pero…—¿Estás completamente segura? —asentí a su pregunta, tenía miedo de hablar y de no hacerlo también.—Sí, tú… ¿Estás feliz? —pregunté en un hilo de voz.—La pregunta es… ¿Sí tú eres feliz Imperio? —por un momento sentí que el aire sal&
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