La cena ha transcurrido tranquila, una velada sumamente cómoda donde pudimos conocernos más. De cierta forma me siento atraída por él, pero no sé si se debe solo al aura seductor que llama la atención de todas las mujeres que nos rodean, aunque, lo mío no es sexual, sino más bien sentimental. Su presencia y su manera tan arrogante de expresarse, lo hace ver gracioso, a su vez, con su compañía me siento protegida, pero, también me siento fuerte. La voluntad de querer salir de ese pueblo y darle la oportunidad a su gente de socializar entre nosotros me demuestra que anhela compartir mundos, descartando de cierta forma a los neófitos, que me entero son los más jóvenes. O los recién convertidos. Para el, convertir a un humano sería una aberración mortal. En su mundo está sumamente prohibido hacer tal acto, salvo que sean parejas y contraerán matrimonio. Ellos pueden tener hijos solo con los de su especie y el amor es algo que no sienten, pues en su mundo el sexo, los juegos, en resumida
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