Segunda y última noche en el burdel. Es como si estuviera esperando o buscando a alguien entre la multitud. Me dan ganas de preguntar, pero no lo hago. Cuando veo que le está sonriendo a alguien, sigo su mirada hasta un chico con abrigo negro, alto, ojos claros y muy musculoso. No exageradamente. No me ve, pero yo sí a él. Cuando se va acercando, con intensos y lentos pasos, sus penetrantes y hermosos ojos conectan con los míos. No tiene ninguna expresión. Solo está analizándome como un objeto desconocido. Esto ha sido muy intenso y…extraño. Regresa su mirada a Judith, quien le da la bienvenida con una gran sonrisa. Se sienta en el lugar que Judith, al parecer, le estaba guardando. Está muy cerca de mí. — ¿Quieres tomar lo mismo de siempre? —Sí. Tuve un día muy pesado hoy. —contesta el chico misterioso. Judith me ordena traer una cerveza y lo hago. Le quito la tapa y se la doy. Al tocar la botella al mismo tiempo, su mano roza un poc
Leer más