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Todos los capítulos de Del Cielo al Infierno: Capítulo 31 - Capítulo 40
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CAPÍTULO XXXI. RUMORES DE HAMBRUNA.
-No creo que sea tan fácil hablar con los aldeanos.- sentenció Gabriel al ver como en cada casa de la Aldea Roja los campesinos se ocultaban una vez que su grupo ingresó por la entrada principal del pueblo.-Parece que le temen a los forasteros.- convino Chamuel.-Cualquiera temería a los extraños si cada noche un grupo de desconocidos armados sometiera a su pueblo sin piedad.- la voz de Rafael era más seria que de costumbre haciendo notar que estaban ante una situación poco común y hasta cierto punto delicada.Erika solo escuchaba su intercambio mientras detallaba el lamentable estado de la aldea. En inicio parecía ser una comunidad pequeña, con un pasillo principal lo suficientemente ancho para dejar pasar una carreta, al que se accedía a través de una gran entrada de madera. Las puertas diseñadas para mantener alejados a los extraños permanecían abiertas y
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CAPITULO XXXII. ALMAS EN PENA.
Gabriel cayó sentado al lado del camastro una vez que logró acceder al sueño de la anciana. Erika que sólo pudo ver la escena y desear que nada malo ocurriera, cubrió un poco más del frío a la anciana, y seguidamente acomodó el cabello de Gabriel y le dio una caricia en su mejilla tratando más de controlarse a sí misma. Empezaba a dudar de la utilidad de lo que estaban haciendo, pero ya no había marcha atrás, aunque quisiera no podría romper la conexión mental que se había establecido entre Gabriel y la anciana a menos que irrumpiera dentro del sueño, lo cual la dejaría vulnerable ante el poder de controlar los sueños que poseía Gabriel.Acomodando el cabello de Gabriel y procurando que estuviera un poco más cómodo, Erika percibió como la frente de él se cubrió de sudor frío y al mismo tiempo la respirac
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CAPÍTULO XXXIII. FALSO PERDÓN.
Retomando la conciencia dentro de su cuerpo, el primer vistazo que obtuvo Gabriel al abrir los ojos fue el rostro de preocupación de Erika. El cabello plateado que caía como cascadas de agua pura enmarcaba el hermoso rostro que siempre acompañaba sus pensamientos y su corazón, sin embargo en ese momento específico no era del todo de su agrado.-No te luce esa expresión preocupada.- sonrió con dulzura el hombre de cabello negro hacia su joven amada.Erika quien no podía evitar sentirse inquieta por no saber lo que estaba pasando durante la conexión mental entre Gabriel y la anciana abrió los ojos son sorpresa durante un segundo antes de ofrecerle una sonrisa cómplice de Gabriel.-Puede que estuviera un poco impaciente por ti.El murmullo de aprobación que recibió de parte de Gabriel mientras éste acariciaba suavemente la mejilla de ella hizo que el coraz&oacut
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CAPITULO XXXIV. LUCHA EN LA ALDEA ROJA
Erika apenas podía contener su indignación mientras Gabriel le explicaba los recuerdos de la anciana, enfocándose principalmente en la llegada de los guerreros malditos, por la descripción, eran seres humanos que habían sido poseídos por demonios, y el aura que Erika podía sentir detrás de la puerta de la habitación contigua indicaba que era cierto, sin embargo también era preocupante, de acuerdo a las cifras los demonios habían sacrificado un promedio de trescientas personas en un mes, y de ahí en adelante no tenían seguridad de cuántas más habían sido aniquiladas por sus manos, lo cual significaba que aquellos demonios eran altamente poderosos, pues en el mundo de las energías negativas a mayor número de almas atrapadas y torturadas mayor era el poder del cual podían nutrirse los demonios. Aun cuando estuvieran en un cuerpo humano la magia y el poder obtenidos podría mantenerlos y adaptarse al
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CAPÍTULO XXXV. ¿EL ÚLTIMO JEFE?
Sin descaso y sin darle tregua al demonio del hacha, Erika corrió directamente hacia a él con la espada empuñada. El demonio que yacía aún boca arriba después del impacto recibido parecía tener dificultades para incorporarse lo que utilizó a su favor la joven de cabello blanco para saltar directamente sobre él clavándole su espada justo en el corazón. El cuerpo poseído se sacudió mientras la sangre manaba copiosamente de la herida una vez que Erika extrajo su espada, y sucesivamente se escuchó el chillido doloroso y de sufrimiento emitido por el demonio que controlaba aquel cuerpo.Sin detenerse Erika dirigió la hoja de su afilada espada directo al cuello del guerrero maldito separando sin piedad la cabeza del resto del cuerpo, pues era el método más efectivo de asegurarse de que el cuerpo no se regenerara con los poderes espectrales que poseían los de
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CAPÍTULO XXXVI. RECUPERANDO SUS VIDAS.
  La luna se empezaba a asomar en lo alto del firmamento nocturno cuando finalmente la demoníaca y enfermiza niebla oscura se disipó por completo. Erika se sentía un poco mareada y descubrió que al igual que ella sus hombres también habían sido afectados por este extraño poder.Tomando una respiración profunda de aire limpio la joven podía apreciar como poco a poco recuperaba la totalidad de sus sentidos ahora que estaba un poco más calmada y menos asfixiada.-Chamuel, Gabriel, por favor verifiquen los alrededores. No siento ninguna presencia espectral, pero no significa que aquel demonio no se esté escondiendo cerca.- solicitó Erika mirando al rubio y al pelo negro.-Ahora que es más poderoso le será más difícil ocultar su rastro.- estuvo de acuerdo Chamuel asintiendo antes de desvanecerse en el aire usando su poder. Má
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CAPITULO XXXVII. PAUSA NECESARIA.
  Regresando a la choza que compartía con sus hombres Erika se sintió algo abatida, habían logrado casi completamente con éxito eliminar a los guerreros malditos que azotaban aquella pobre aldea, y aún conservaba con ella parte de las almas que habían sido robadas tan injustamente de los jóvenes de aquel pueblo, tenía esperanzas en cambiar por lo menos algo de ahora en adelante con la idea que tenía en mente, sin embargo no esperaba la reacción que habían mostrado aquellos aldeanos frente a ellos. Es cierto que no aspiraba especialmente a un recibimiento heroico por sus hazañas ni alguna clase de celebración por sus obras, sin embargo tampoco esperaba que la trataran tan cruelmente. Aquellos gritos cargados de odio, dirigidos erróneamente contra ella y sus hombres resonaban en su mente, haciéndola sentir triste, pues sab&i
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CAPITULO XXXVIII. DUDAS ALIMENTICIAS
El proceso de separar de la totalidad de las almas la porción de sufrimiento que las manchaba duró un poco más de lo esperado, y aunque consumió una parte importante de su energía espectral, Erika se sintió orgullosa de sí misma cuando el resultado fue una burbuja llena de energía negativa o sufrimiento y una cantidad de almas que habían sido limpiadas y liberadas hacia la inmensidad del cielo. Sentándose en una silla que Rafael le acercó, Erika tomó aire profundamente y se limpió el sudor que se había acumulado en su frente por el esfuerzo hecho. -¿Cómo te sientes?- le preguntó Gabriel poniéndose de rodillas a su lado mientras sujetaba su mano y la miraba con ojos de preocupación. Leer más
CAPITULO XXXIX. INESPERADO SALVADOR.
Al abrir los ojos Erika se sintió aún somnolienta, lo último que recordaba era limpiar las almas que consiguió en la Aldea Roja y sentarse a descansar. Sentándose en la cama se frotó los ojos, miró de nuevo la cama con ganas de seguir descansando, sin embargo los últimos momentos había sentido una espiral creciente de murmullos dentro de su mente, que no era otra que el preludio de gritos dolorosos que invadían su cabeza cada vez que intentaba descansar. Sabiendo que sería poco agradable volver a cerrar los ojos se levantó completamente de la cama. Al salir hacia la habitación principal vio a Gabriel sentado a la mesa puliendo su espada. Apenas el pelo negro la vio se levantó como un resorte de la silla directo hacia ella. -Bu
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CAPITULO XL. NUEVOS COMIENZOS.
  Sigurd vio fijamente los ojos de aquella hermosa mujer como si los hubiese visto por primera vez al igual que aquella noche en su pequeña choza en lo alto de las montañas. Esos ojos casi transparentes que lo miraban como si fuera un milagro distrajeron todos los temores y miedos que tenía hasta el momento.  Por un instante pensó que moriría joven y calcinado entre las casas que ardían febrilmente en llamas, pero un pensamiento fugaz de que todavía merecía la pena vivir lo hizo luchar por escapar de ahí, a pesar de que se quemó las manos buscando una salida entre la madera ardiente, logró salir de aquel comedero a donde se suponía iba a pasar sólo esa noche, con el extraño presentimiento de que tenía que ir hasta el centro de la aldea.Un impulso inexplicable lo hizo cami
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