Capítulo 26.
Me quedo pasmada al escuchar su voz, pero enseguida sigo caminando hacia la salida del bar, debo salir, debo cruzar una esquina y esconderme a donde él ya no pueda verme, ¡Dios! No sé lo que estoy haciendo, soy una ebria tonta que está atrapada en un laberinto, me siento como un ratón en medio de tantas personas, estoy sudando, mis piernas están pegachentas, tengo el estomago vacío y rugiendo de hambre, y mi cabello debe estar asqueroso por todo el sudor y los productos que hay en el ambiente.No escucho más a Jared, asi que me tranquilizo un poco, quiza pensó que no era yo, quiza me salvé de estas, pienso, antes de que él se me ponga en frente.–¿Jugando a las escondidas? – me pregunta, tiene el ceño fruncido, está cabreado, es obvio y su expresión corporal me lo confirma.Trago saliva y busco a Oscar, ¡joder! ¿Dónde está
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