Siento como una rabia desconocida bulle por todo mi cuerpo, esto es diferente a lo que he sentido en otras ocasiones, es un dolor tan profundo que deseo hacerme daño para que se detenga, no quiero sentirlo, no quiero llegar a la locura de nuevo, necesito mantenerme sobrio y sosegado porque ella me necesita, aunque se encuentre confundida por lo que siente en este momento, sé que podemos con esto, pero ella debe dejarme entrar, debemos mantenernos juntos ahora más que nunca. ¡Y ella me quiere apartar, quiere dejarme! Mi mente solo se enfoca en ese pensamiento, mi débil mente lo reproduce constantemente. La rabia cada vez es más fuerte, se arraiga, se apodera de mí. Debo salir de aquí, ahora. Mi cuerpo experimenta un dolor casi fulminante, debo drenarlo para poder pensar. Camino sin rumbo y mis pies me llevan a un galpón conocido; es el gimnasio de Gerald, frecuentaba tanto este lugar en mi pasado que puedo llegar sin siquiera mirar atrás.
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