Entré a mi casa, ansiaba bañarme y luego encerrarme en mi habitación, no tenía hambre, no tenía ganas de nada. Subí, iba a dejar mi mochila sobre la cama, pero vi a Leandro en mi habitación esperándome.- ¿Qué haces acá? Quiero que te vayas, me estorbas. – Dije y me puse de espaldas fingiendo buscar algo en él armario, no debía estar en mi mejor momento, menos con los ojos hinchados y mi cabello sudado.- Estaba esperándote, te vi molesto conmigo y no sé por qué era, eso me preocupó, pensé que te pasaba algo, pero ahora veo que estás muy bien, tu acostándote con esa chica estúpida y yo pensando que estabas mal.- ¿Por qué dices cosas tan absurdas? No me acosté con nadie. – Dije y la verdad no tenía ánimos para discutir.- Hasta acá se siente el olor a sexo, de verdad eres tonto. Mírate, mira tu cabello, mira tú ropa, cualquiera se daría cuenta.- Vete, por favor, solo vete. – Dije y mi voz se quebró, no pude evitar llorar de nuevo y él me miró preocupado.- ¿Te pasó algo? ¿algún probl
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