ALICIA Lanzo con toda mi fuerza el maldito vibrador color rosa, al sentirme cansada de que no me satisfaga como lo hace la verga de Enzo, mis ojos analizan el desastre que he hecho, tenía que pensar en una buena coartada para que se quedara a mi lado, embarazarme de él no era algo que me agradara, sí, estaba preñada, pero el punto jodido de toda esta situación era que el maldito niño que estaba esperando, no era de Enzo, sino, de un tipo que conocí en Marruecos, solo bastó un polvo rápido y listo, el hijo de puta que no sabía ni quien mierdas era, tenía buena puntería. Nadie me iba a quitar a Enzo, yo era su puta favorita y eso la estúpida Lea Davis no me lo quitaría, vamos, ni siquiera Molly pudo hacerlo. Aburrida de estar encerrada y sabiendo que tendría que comprar al doctor de la familia Brzezinski, salgo de la ha
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