Leo.Hacía un tiempo que había colgado el teléfono, pero aún no había vuelto a la normalidad, y no lo hice hasta que Omar volvió del servicio, sentándose a mi lado, en aquel sofá.- ¿Va todo bien? – quiso saber. Asentí, sin decir nada, dejando la copa en la mesa, abalanzándome sobre él, subiéndome encima, comenzando a besarle desesperada, importándome bien poco estar en un lugar público.Necesitaba calmar la pesadez de mi corazón, olvidarme de Charlie, aferrándome a lo único que me hacía olvidar por unas horas.Apoyó sus manos en mis nalgas, apretándome contra su abultada entrepierna, haciéndome comprender cuánto me deseaba, a pesar de todo.No quería pensar en Charlie, no después de lo mal que me trató en l
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