Inicio / Romance / Rosas para Emilia / Capítulo 101 - Capítulo 106
Todos los capítulos de Rosas para Emilia: Capítulo 101 - Capítulo 106
106 chapters
101
Abrió sus ojos y se vio frente al rostro tranquilo de Emilia, que yacía otra vez en el suelo de una arboleda, pero ahora ella estaba herida en la cabeza, y eso lo ayudó a ubicarse un poco. Aquello ya había pasado, ella ya lo había perdonado. Qué buena, qué buena era Emilia por haberlo perdonado, él no lo habría conseguido, perdonar a quien le hizo tanto daño. Con razón sus dudas, con razón su odio y su rencor.Le puso las manos en las mejillas y se acercó para besarlas, pero entonces sintió la mano de alguien que lo sacudía.—¿Le pasó algo a Emilia?—&iqu
Leer más
102
Rubén entró a la mansión pasada la media noche acompañado de su padre, que le dio una palmada en el hombro apretándoselo un poco en un gesto consolador. Él suspiró y subió las escaleras despacio, sintiéndose cansado, viejo, necesitando urgentemente ser abrazado por su mujer.La encontró dormida en su cama, obviamente acompañada de Santiago, que estaba extendido en todo el colchón dejando a Emilia en un pequeño rincón. Sonrió y se acercó al niño para alzarlo y llevarlo a otra habitación, presintiendo que a este pequeño le iba a costar un poco dejar de visitar la cama de su madre por las noches.Emilia se despertó al sentirl
Leer más
103
Emilia despertó sintiendo dolor de cabeza. Intentó moverse para luego descubrir que estaba atrapada. Rubén la retenía por un lado y Santiago por el otro. Era lindo, pero no era nada cómodo.De todos modos, no pudo evitar sonreír.—¿Rubén? —Lo llamó ella con suavidad, pero él no se movió—. Rubén –volvió a llamarlo, y él al fin dio señales de haberla oído. Murmuró algo, pero no se movió—. Necesito… que muevas a Santiago.—Santiago –repitió él, pero era evidente que hablaba más dormido que desp
Leer más
104
Aurora terminó de acomodar todos los muebles de su nueva casa, y como punto final, enderezó la fotografía enmarcada de su familia colgada en la sala principal; ella, Antonio, Emilia siendo adolescente, y Felipe, cuando tenía diez años. La foto, cuando estaban en el pequeño apartamento, había tenido que ponerla en su cuarto, porque en la sala no había espacio, y ahora ésta podía ser exhibida junto con las demás fotografías que había tenido que archivar.En las demás estaban Emilia y Felipe de niños, abrazados y sonrientes; Felipe montando bici mientras Emilia lo empujaba desde atrás, y ella junto a Antonio vestidos para alguna ocasión especial.

Leer más

105
En los siguientes días, las noches de Emilia estuvieron muy ocupadas. Si no estaba con Rubén en su apartamento muy ocupada, estaba en casa de sus suegros, o en la de su cuñada, o planeando su boda. Gemima, tal como lo auguró Rubén, quería una súper fiesta, por todo lo alto. Ella tuvo que insistirle en que quería algo privado. —¡Se casa mi hijo! –Exclamó Gemima—. Es la única vez que lo veré de novio, quiero que sea memorable. —Para hacerlo memorable no se necesitan seiscientas personas –dijo Emilia, rotunda. Gemima tuvo que ceder, Emilia era más terca que ella. De todos modos, insistió en anunciar el com
Leer más
106
La boda se realizó como lo había sugerido Emilia; pequeña, pocos invitados, poco ruido. Santiago había sido quien llevase los anillos, y el juez no alargó mucho la ceremonia, sino que los declaró marido y mujer tan pronto como ellos pronunciaron los votos.Esto era más un requisito legal; Emilia hacía rato que ya sentía que era la mujer de Rubén.Todo se desarrolló con normalidad, Gemima estuvo casi en todas partes a la vez supervisando que las cosas salieran bien, y, por el contrario, Aurora sólo observaba y sonreía con los demás invitados. Viviana le presentó a su bebé y Aurora la tomó en sus brazos sonriendo emocionada.

Leer más

Escanea el código para leer en la APP