Dejó su maleta en el suelo y hecha un manojo de nervios, tocó la aldaba. Gracias a que Jeremy había conseguido la dirección de su tía Marilyn, se encontraba allí, esperanzada de ver un rostro lleno de afecto, gracia y amor. Extrañaría de la mansión a su abuelo, pero en cuanto pudiera lo sacaría de esa vida aburrida y de las mandonas garras de la bruja de su abuela, claro, que no sabía si su tía estaría complacida de recibirla, para vivir, pues su boda estaba pautada para una semana, sin embargo no tenía opciones, apelaría al amor que ambos, tanto la tía Marilyn como el Sr. Landon Ford le tenían. Miró a su alrededor y se alegró del impresionante paso que había dado su tía y la hermosa casa que Landon compró para ella, no imaginó jamás un hogar tan hermoso, ni plantas en un jardín cuida
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