Prólogo.
—Buenas noches, bienvenidos a esta subasta, el día de hoy les traemos mercancía nueva, fresca, divina, sensual y de alta gama de calidad, como a todos ustedes les gusta.— dice la proxeneta.»Tenemos rubias, morenas, pelirrojas, pelinegras, morochas, desde diecisiete años hasta veinticinco años, así que saquen sus billeteras, carteras que comenzamos.El público comienza a aplaudir, los narcotraficantes sacan chequeras, los sicarios manosean a las meseras, los capos están detrás de los mafiosos y las proxenetas merodean el lugar.Miro al frente y un hombre alto de casi dos metros, castaño y cabello recogido me observa, levanta su copa hacia mí y asiente mientras bebe, hago lo mismo y
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