Anya.

El caso más difícil que hemos enfrentado tiene nombre y apellido Briar Chalice, un psicópata homicida con el complejo de Edipo y superioridad, aquel que viola, tortura y asesina a todas aquellas mujeres que se asemejen a su figura materna, sin importar edades.

Lo más triste y retorcido que ha tocado ver a lo largo de mi carrera como agente, es el llegar a la escena y ver el cadáver de una niña de tan solo diez años, mutilada, dentro de un contenedor de b****a, con señales múltiples de abuso sexual, genitales cosidos, marcas de cigarrillo y grandes contusiones en el cráneo, el cadáver mostraba que la pobre pequeña peleó hasta el cansancio, ya que sus uñas se encontraban desgarradas, llenas de sangre y con cabello ajeno a ella.

Todo esto gracias al desgraciado, enfermo y psicópata de Chalice. Dos años de búsqueda, por cielo mar y tierra, estás búsqueda sin éxito, pero encontrando más de ciento cincuenta cadáveres de mujeres y niñas todos con marcados, mutilados, violados y cosidos.

Todas estas búsquedas que son totalmente fallidas, son frustrantes ya que días que pasen es encontrar nuevos cadáveres, nuevos inocentes que cayeron en las garras del manipulador de Chalice.

—Tenemos un nuevo caso—dice Max—Dominic hará la presentación.

 —Cuerpo mutilado, mujer de 35 años, de nombre Sharon Williams, originaria de Liverpool, vacacionaba a las afueras de Dinkelsbühl con su familia, al salir por comprar no volvió—Dice Dominic

Mientras sigue dando más información las imágenes se van desplegando en las pantallas de la sala de nuestro equipo.

— Necesitamos un anillo de protección para la señora Chalice y familia, no sabemos si su hijo nos está dando un cuadro distractor para dejarla sin protección e ir por ella.—Menciona Derek.

—No irá por ella.— digo

—¿Cómo lo sabes?—Pregunta Natasha.

—Miremos el orden de lo que hizo, agrego cosas nuevas,  dejó una nota, está desviando nuestra atención, quiere que estemos detrás de él recordemos que le excita sentirse acorralado e importante, ahora bien, miremos los otros homicidios, que ha hecho

»Nunca dejó una nota, o algo así, puede ser bien, que esté cambiando sus métodos o un imitador, aunque en mi opinión  más vale hacer toque de queda, en Londres ya que de ahí son la mayoría de sus víctimas y toque de queda en Alemania, que ese toque sea antes de las  siete cuarenta y tres de la tarde los psicópatas como él no soportará salir a la luz del día y menos aún que sea un horario impar.

—¡Mierda Anya! Se me paro solo con escucharte hablar, eres sexy cuando empiezas a perfilar.— dice Steve.

—Idiota—Dice Ancel. 

Ancel Limmerman, Patólogo, agente de terreno, criminólogo, mejor en armamento y analizador conductual. Dinámico, divertido y pervertido, tiene méritos, de fuerza, estrategia y valentía a la edad de veintisiete años siendo de los mejores agentes. 

—Pero se me paró al escuchar a Any hablar así—dice Steve mientras ríe.

—Deja de ser un asqueroso Steve, no entiendo como Anya no te da una buena paliza.— se queja Ancel.— pero debo admitir que te vez jodidamente sexy cuando te pones en plan perfiladora, eres un bombón candente.

—Joder, parecen pubertos necesitados de sexo, dejen a la pobre en paz y sigamos.— dice Natasha y continúa.— entonces Dominic, ¿Qué haremos? No tenemos agente élite no podremos salir a campo actuar, el nuevo agente élite, llega en unos días y si nosotros no actuamos…

— ¡Mierda no, me niego!—interrumpe y grita Aaron.

—Tenemos que hacerlo Aaron.—dice Dominic.

—¡Joder no!, si es lo que pienso no.— lo secunda Derek.

Es gracioso ver como todos comienzan a pelear, por quien tomara el control de este caso.

—Chicos no tenemos opción, si no lo hacemos abra más homicidios por parte de Chalice, más infantes siendo víctimas de ese mal nacido.—digo

—Maldita sea, no, me niego, es nuestra estrategia, plan, nuestro expediente, nuestro perfil conductual.—súplica Natasha.

—Nat...—digo fastidiada.

—Any, Dom, por favor...— comienzan todos

Pero estos son interrumpidos al momento que la puerta se abre de golpe.

—¡Oh m****a!, miren a quienes tenemos aquí, una bola de presumidos y arrogantes, y dos zorras que solo están aquí por tener culo bonito y acostarse con el director.—dice Elliot, adentrándose a nuestra sala de equipo.

Automáticamente Derek, Aaron, Steve e incluso Dominic se ponen a la defensiva mientras que Ancel sienta a los primeros dos y Max empuja a los últimos.

—Mira pequeña m****a...—comienza Max.

Pero este no termina ya que Elliot lo interrumpe.

—Vengo por el informe de estrategia y expediente conductual de Briar Chalice, mi equipo se hará cargo ya que ustedes no pueden, mañana traeremos a ese asesino, preparen celda en Maximale Leistung.

Sin más se larga de nuestra sala.

—Estúpido, odio a ese imbécil, con que cojones y descaro se atreve a tacharnos de zorras, ¡Si es s mi vagina son mis reglas! Estúpido infiel y pito suelto lleno de sífilis.—digo frustrada.

— Si para él ser zorra es vivir mi vida sexual como yo quiera con quien yo quiera a la hora que yo quiera, me declaro culpable, pero carajo, me frustra que se sienta superior a nosotros, no entiendo como es agente elite del equipo Beta, si nunca logro ser Alpha.— dice Natasha

—Tranquila cariño que yo me encargo que se imbécil nunca más vuelva a faltarle el respeto a mi futura esposa.— dice Max mientras abraza a Natasha.

—¿Esposa? Tu huyes del compromiso, eres un puto de primera, así que aléjate.—lo empuja.

Actitudes como esas hacen que los chicos no hablen con ella.

Y así se resume mi mañana, arruinada por un estúpido e imbécil llamado Elliot, también escuchando como Max le declara amor eterno a Natasha para que así ella hable más, como Dominic se frustra por no salir algún caso, como Ancel está en su celular y Steve junto con Derek me ofrecen hacer un trío ya que soy una frustrada sexual.

*** *** ***

—Estamos de acuerdo que Elliot se está comportando como idiota, más de lo normal.— dice Ancel mientras se sienta a mi lado.

—Si, mucho más idiota—le doy la razón y suspiro— no entiendo que sucede con él,

—Déjalo estar, no te aflijas, linda.— dice mientras me besa la frente.

Ancel puede ser un pervertido e imprudente cuando se lo propone, pero se ha convertido en mi mejor amigo mi hermano desde que fui trasladada de Londres, desde el primer día,es mi amigo incondicional,  es quien me animó cuando no podía seguir aquí, incluso fue quien estuvo conmigo mientras lloraba como una idiota cuando supe que Elliot me estaba siendo infiel con Tabata agente del equipo Delta.

La sede saltó en rumores, chismes, las mujeres diciendo que era poca cosa para él, los hombres tratando de conquistarme.

Lo que me daba total tristeza era que me di cuenta, que el verdadero enemigo de una mujer es otra mujer.

Y sigo sin entender cómo fue posible que salí con él, era manipulador, chantajista y machista, el primer año que estuve aquí todos nos veían como la pareja perfecta, la chica joven con medallas trasladada de Londres la segunda mejor sede del FBI con el próximo agente élite del equipo Beta.

 Pero no todo es color rosa, resulto ser un estúpido infiel, aunque admito que los primero cuatro meses era bueno, me trataba como una reina y siempre estaba al pendiente de mí, incluso el sexo era bueno, muy bueno, pero prefirió ser pito libre y se acostó con todo lo que tuviera falda.

—No entiendo cómo me odia, se supone que yo lo debo de odiar, por todo lo que me hizo, ¿no se te hace absurdo que me dijera zorra?

—Demasiado absurdo—me envuelve en un abrazo y sigue— hubiera dejado que Derek y Steve le partieran la cara.

Rio y continuo.

—No vale la pena, ¿estás listo para nuestro nuevo agente élite?

—Mierda no, solo de saber que es el famoso Einar Kocht me da escalofríos, no estoy seguro de que tenga corazón en la academia era una bestia y demonio total, no se dejaba intimidar y a los dieciséis años logró hacer su primera misión ¡dieciséis! ¿lo puedes creer? Siendo malditamente menor de edad.

—No creo que sea la gran cosa—admito.

—Por lo más sagrado Anya no se te ocurra decir eso delante de él o alguien cercano a él que seguro te manda a México a la policía federal a estar patrullando calles.— dice horrorizado.

—Pues si me manda a México no me quejaré tiene playas preciosas y una comida que muero por probar, aunque tampoco me quejo si me manda a Colombia o Chile he escuchado que tienen una comida deliciosa que hace que tengas un orgasmo culinario.

—Pues en quántico él era mi…

Ancel piensa en decir algo cuando un grito de uno de los directivos se escucha en el campo de la sede.

—¡Todos en la pista tienen un minuto! ¿que miran? ¡Ahora!

¡¿Qué rayos?!

—Vamos linda.—dice mientras me extiende la mano ayudándome a ponerme de pie y salir corriendo.

Veo a mi lado todos corriendo al llegar a la pista, veo que llega el equipo S.W.A.T, directivos y los agentes élites de los equipos, betas, deltas, estos últimos confundidos.

—¿Qué m****a pasa?.—escucho la voz de Elliot.

La voz de uno de los directores se hace sonar.

—Todos sus equipos, tropas, grupos o cualquier mariconada como lo llamen reúnanse, agentes elites al frente, ¡Ahora!

Todos automáticamente corren se forman, uno tras otros, mientras mi equipo y yo nos formamos en una barrera al frente ya que al ser el equipo Alpha somos el primer equipo y somos resaltados.

El avión oficial de directivos del FBI abre su puerta, en la pista llegan camionetas del equipo S.W.A.T ,  del avión veo bajar a más agentes S.W.A.T, seguidos de estos veo bajar a una rubia alta, delgada, con pocas curvas, linda, detrás de ella, viene un hombre alto, fornido, canoso y demasiado atractivo.

—¡El FBI alemán le da la bienvenida a la secretaría administrativa y agente Daphne Jhonson y al director de todas las sedes del FBI Mateo Jhonson!

Como señal de respeto todos miramos al frente y asentimos con la cabeza, algunos piensan que es algo extraño no gritar o decir algo, pero no somos la milicia o  la marina, somos el FBI, incluso algunos no hacen nada solo miran, y luego porque dicen que la sede alemana es la más fría.

Sigo con la mirada al frente cuando veo que viene un tercero, y carajo todo el equipo Alpha nos tensamos al ver quien baja, mi corazón se acelera, mis manos comienzan a sudar, mi cuerpo comienza a temblar.

«Anya, respira»

Dios, debo tener fuerza, no ser débil, así que me pongo firme, recta, con la mirada enfrente y fría, cuando baja por completo observo al inigualable y atractivo Einar Kotch.