No entiendo mucho por qué me tienen aquí, y tampoco me gustan esas miradas que me dirigen. Si les soy sincero, me intimidan. Me han visto muchas veces así en el pasado, con cierto desprecio, quizás hasta miedo. Una repugnancia innata y establecida como si fuese una ley escrita en piedra y sellada con sangre. Creo que los entiendo, todo esto tiene que ver con el Señor Shappy, ¿no? Él me dijo que sucedería, así que está bien, cooperaré con ustedes. Les contaré todo, pero por favor, dejen de verme así, ¿sí? GraciasMe llamo Adrián, pueden decirme Adry si quieren, y tengo nueve años. Vivo con mi mamá Ariana y mi hermanita Eri. Mi hermana tiene cuatro años, es decir, cinco menos que yo (sí, sé contar).Vivimos en Yeleska. Supongo que lo conocen, es ese pequeño pueblo en las afueras de la ciudad, creo que algunos le d
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