«Laila»No me acostumbraba aquella imagen borrosa en el espejo, a la temperatura helada de mi cuerpo, ni aquellos ojos amarillentos que debia disimular muchas veces con lentes de contacto, era extraño sentirme tan sedienta y aborrecer por completo la comida humana. Extrañaba, aunque suene extraño, la avena que Joseph nos hacia comer todas las mañanas.— ¿Lista? —miré a mi costado donde Lara me observaba con tanto cariño y por primera vez me senti unida a ella, por primera vez comprendi por todas las cosas que ella habia pasado para estar con mi padre.—Si —dije, mientras tomaba la toga y el birrete que descansaban sobre la cama.No podia creer que este dia habia llegado, la escuela había terminado y aquello me causaba cierta nostalgia. Mi hermano, Matthew y yo nos veriamos fisicamente como ahora toda la vida, aquel habia sido uno de mis ma
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