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Todos los capítulos de Pecador. : Capítulo 21 - Capítulo 30
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Capítulo 20 – quisiera odiarte.
Annabelle. Siento que las lagrimas surcan todo mi rostro, pero me limpio rápido y vuelvo al convento, ahora tengo que enfrentarme a mi otro problema, la madre superiora, no sé si el tal Daniel le mostro el video, la verdad es que después de haber entrado en mi habitación me olvidé de todo hasta que Bastián vino aquí a hacerme este escándalo, pero sea lo que sea, la madre superiora ya escuchó todo, no hay forma en que yo pueda escapar de mi castigo.Camino por los pasillos sintiendo las miradas de todas puestas en mí, y sinceramente ya no me interesa, estoy completamente humillada, siento que mi dignidad está en el segundo circulo del infierno y nada va a cambiar o empeorar eso.Toco a la puerta de la madre superiora.–¡Siga! – me grita desde el otro lado.Abro la puerta y me encuentro a la madre superiora caminando de un lado para el otr
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Capítulo 21 – después de ella.
Un mes después.  Bastián. – Por favor, firma aquí y aquí – el alcaide me señala un papel lleno de mierda que no me interesa, lo único que me importa en este momento es que al firmar este pedazo de hoja volveré a ser libre.–¿Necesita algo más? – le pregunto después de poner mi firma donde me dijo.– Si, tu huella dactilar aquí y puedes largarte – sentencia.– Siempre fuimos buenos amigos – suelto con sarcasmo y dejo escapar un bufido.Termino con el jodido papeleo y el alcaide me da el permiso de irme, el hombre no me da un abrazo ni mucho menos me felicita por mi excelente conducta del ultimo mes, él solo se da la vuelta, me da la espalda y yo me salgo de aquí porque tampoco es como si el alcaide se hubiera convertido en mi familia, esas chorradas solo pasan en la
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Capítulo 22 – cinco horas de libertad.
Bastián. Arremeto contra Jeremy, me acerco a él y el hombre da un par de pasos hacia atrás, está asustado, puedo verlo en sus ojos, en la manera en la que me mira y en la forma en la que intenta alejarse de mí, pero yo no voy a dejarlo escapar, este mal nacido va a apagar todas las cosas que le ha hecho a mi madre, todos los demonios que me ha metido en la cabeza y cada gota de llanto de Lena se la voy a hacer pagar con sangre.– Bastián, hijo, ven aquí – me llama mi madre, pero yo la ignoro – cariño, dale un abrazo a mamá – me pide, como si yo tuviera cinco años y no veintiuno recién cumplidos.Termino de acortar el espacio entre Jeremy y yo y encajo el primer puño en su mandíbula, el hombre se tambalea y entonces lo golpeo por el otro lado, él se queda estático, como si estuviera viendo a un fantasma y yo aprovecho
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Capítulo 23 – a pesar de todo.
Annabelle.  Me sirvo un poco de cereal y lo pongo en la barra de la cocina, los empleados de mi tío Macon suelen hacer platos demasiado extravagantes para mi gusto, naturalmente cuando estaba en el convento no había desayunos buffet o muchas opciones de donde elegir, creo que de alguna forma me acostumbré a eso.– Buenos días, Annabelle – me saluda mi tío mientras camina hacia mi arreglándose las mancuernas del costoso traje que está usando.Macon es un hombre elegante, siempre lo ha sido, y por el contrario a mi madre, el logró hacer algo bueno por su vida, estudió y trabajó muy duro y hoy en día disfruta de las recompensas de todo un imperio creado desde cero.Yo lo veo moverse elegantemente por la cocina y entonces lo saludo de vuelta – buenos días.–¿Cómo estás hoy? – pregunta dirigi&eacut
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Capítulo 24 – ¿Annabelle?
Bastián. Tengo la cabeza enterrada entre las piernas mientras contemplo el suelo gris de la celda, en parte porque no hay nada afuera que me interese ver, y porque no quiero que la mole que está sentada delante de mi pueda pensar que lo quiero molestar, el tipo no tiene buena cara, y no es que yo sea cobarde, si no que ese tipo con un puño me manda de vuelta a la barriga de mi madre.–¡Jones! Tu abogado quiere verte – un guardia pasa el bolillo por entre las rejas llamando mi atención.Yo asiento con la cabeza y me pongo en pie, el hombre abre la celda y me dirige a una habitación aparte, lo primero que hago al llegar allí y sentarme frente a mi abogado, un viejo amigo de la familia de apellido Leery, es preguntar por lo único y verdaderamente importante para mí justo ahora.–¿Cómo está mi madre? – cuestiono.  – E
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Capítulo 25 – un juego peligroso.
Annabelle.                                        Bastián se acerca a mí, casi parece asustado de que yo este aquí, pues bien, no es el único, porque yo me estoy muriendo de los nervios, y el hecho de que su madre este al lado de él no hace que la situación sea más fácil, al contrario, me perturba un poco.–¿Qué haces aquí, Annabelle? – me pregunta, invadiendo mi espacio personal.Yo retrocedo un par de pasos porque estar muy cerca de él me hace daño y entonces respondo – vi en las noticias todo lo que te estaba pasando y quise asegurarme de que estabas bien.– Pudiste haberme llamado – levanta los hombros.– No te
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Capítulo 26 – la venganza.
Annabelle. – Tienes que alejarte de mí – susurro, pero él hace todo lo contrario, se pega mas a mi cuerpo y me muerde el labio – no soy la misma idiota a la que lastimaste en el pasado – le recuerdo.Él se aparta solo un poco de mí, lo suficiente para poder mirarme a los ojos y entonces sonríe de forma descarada.– Estoy seguro de que no eres la misma de antes.–¿Ah sí? – pregunto con el ceño fruncido.– Si, yo te convertí en esto – dice.  Yo siento que la rabia sube a mi cabeza, pero no sé en que punto se convierte en adrenalina y me calienta mas de lo que ya estoy, haciendo sentir un leve dolor de necesidad entre mis piernas.–¿Y estás orgulloso? – cuestiono.Él no me responde, por el contrario, me guía hasta su cama que está en la mi
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Capítulo 27 – decisiones.
Annabelle. ¿Joderle la vida a Bastián o dejar que se salga con la suya? Es lo único que pienso mientras estoy frente a la puerta de la sala de tribunales donde se lleva a cabo el juicio de Bastián.Reviso la hora en el pequeño reloj de mano que llevo puesto y suelto un suspiro, el juicio ya comenzó, y se supone que en un par de minutos yo debo entrar a hacer la declaración y decirle a ese montón de gente allá adentro que Bastián es un ejemplo para la sociedad, ¡Ja! Como si eso fuera cierto. Limpio las palmas de mis manos que están sudando sobre mi falda de lápiz que llega hasta mis rodillas y entonces tomo valor, aun no se que demonios voy a hacer, no se si tengo los cajones suficientes como para echarlo al agua y empujarlo a que pase el resto de su vida en la cárcel, pero tampoco estoy segura de poder verlo saliéndose con las suyas.Basti&aa
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Capítulo 28 – quédate.
Bastián. Ella corre como si de repente se hubiera convertido en una jodida atleta profesional, yo la persigo hasta que consigo agarrarla del cabello, sé que no es la mejor de las ideas teniendo en cuenta toda la situación, pero no tengo de otra.Yo halo el cabello de Annabelle y ella se detiene en seco soltando un quejido por el tirón, supongo.–¿Por qué demonios me detienes con el pelo? ¡No soy un burro! – me grita.– Lo hice porque de otra forma no te habrías detenido – suelto.Ella hace una mueca con el rostro, sabe que tengo razón, eso no falta que lo diga.–¿Por qué corres tan desesperadamente? ¿Qué es lo que te pasa?Annabelle chasquea la lengua y se cruza los brazos sobre el pecho – me pasa que no soporto estar un segundo más en el mismo sitio que tú, mucho menos cuando lo
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Capítulo 29 – no es ella.
Bastián. Después de veinticuatro horas de estar pariendo piñas por estar esperando el puto veredicto, recibo la llamada de Leery que he estado esperando todo este tiempo.–¿Tienen el veredicto? – le pregunto en cuanto contesto el celular.– Si, ya he avisado a tu madre, necesito que ambos estén aquí lo más pronto posible.– No tardamos – aseguro, me levanto del escritorio en el que he estado las ultimas dos horas, me visto de traje formal azul marino y bajo al recibidor de la casa, donde ya está mi madre perfectamente acicalada esperándome.–¿Estás listo? – me pregunta frunciendo los labios.– Eso creo – suelto un suspiro.–¿Tu amiga no vendrá con nosotros?–¿Annabelle? – pregunto con una mueca.  – Si, ella.– N
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