El encanto del encantadorCuando llegaron a las caballerizas, Juanne ya tenía un caballo para cada una de las chicas, siendo el primero para Andrea, una yegua de color grisáceo, bastante grande y con excelente porte y contextura, al entregársela le dijo:–Esta es Luna (Luna), es mansa pero muy briosa, debes tener siempre el freno controlado porque de lo contrario te va a llevar para donde ella quiera. No es mañosa, es más bien obediente, pero, precisamente por eso, tienes que controlarla. ¡Trátala bien!–No te preocupes Juanne, sabré manejarla muy bien –le dijo la chica.Juanne le extendió la mano y la ayudó a subirse a la yegua, luego le dio una palmadita en el anca al animal y le empujó un poco, ésta corrió un poco y salió fuera del establo.Animado, como estaba, siguió con otro caballo, este era de un color marrón bastante claro.–Nahomy, ven –le hacía gestos con las manos también –. Éste lo escogí especialmente para ti, es Barzar, es uno de l
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