A la loba gris le tomó tan solo unos pocos latidos del corazón adentrarse en aquel mundo tan extraño y desconocido para ella, dónde cada aroma y textura era salido de todo lo que ella conocía.Lo primero que notó, fue la ausencia de dolor, miedo, cansancio o preocupación, ella no sentía nada, solo un profundo y enorme agujero vacío donde se suponía que las emociones debían estar.Aquello era extraño, y de alguna forma adictivo, el hecho de no sentir absolutamente nada la volvía más poderosa de lo que nunca podría ser, el dejar todo su lado mortal atrás le permitía desenvolverse con plenitud su lado inmortal.Ella podría quedarse allí para siempre sin ningún problema, en compañía de todo aquel poder que cosquilleaba en sus huesos.—Ten cuidado, que este lugar no te engañe—susurró una voz conocida a sus espaldas—aún no es tu tiempo.Dando un respingo, Freyha volteó, encontrándose a la bruja observándola con cara rígida y f
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