El rostro de Diego, se desencajó ante la petición de su novia, sentía incertidumbre de que las palabras de Pamela, fueran verdad. Paloma, también tenía ese mismo temor, pero quería arriesgarse, necesitaba comprobar que todo eran mentiras de sus ex parejas para lastimarlos, hundirlos hasta hacerles creer que no servían para nada. Diego tomó las manos de Paloma, entre las suyas. —No deseo forzar las cosas contigo, en primer lugar tengo miedo, no estoy preparado para esto, y segundo no quiero que sea como un experimento, para comprobar que no tenemos ningún problema. Cuando nosotros hagamos el amor no deben existir las dudas, los miedos, los temores, ese día no solo entregaremos nuestros cuerpos, sino nuestras almas. El corazón de Paloma, latió con fuerza descomunal, las palabras de Diego, le acariciaron el alma. Admiraba tanto al hombre que tenía frente a ella por su madurez, por la capac
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