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Todos los capítulos de LA SOCIA: Capítulo 41 - Capítulo 46
46 chapters
CAPÍTULO 40 - Cazando a un león
El viaje de regreso a Norteamérica fue largo y no solo porque les tomó casi diecinueve horas de vuelo. Fred estaba sentado en su cabina privada de primera clase, contemplando la televisión sin prestarle atención en realidad.Jessica estaba en la cabina de al lado, solo debía inclinarse hacia adelante y podría verla sin problema, sentada en su silla.Durante la escala en Londres no se hablaron, el trayecto fue en silencio y sin reproches. Frederick no paraba de rememorar lo sucedido durante la noche; cada vez que el impacto del recuerdo del cuerpo desnudo de ella lo golpeaba, él se llenaba de júbilo y le faltaba el aire. Solo para recaer en la agónica tristeza que lo embargaba.Hicieron el amor una vez más, después de la declaración de amor que se hicieron, incluso cuando él le prohibió retribuírsela, el fuego seguía vivo y los cuerpos reaccionaron. El
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CAPÍTULO 41 - El nuevo socio
Greg sabía que los ánimos estaban caldeados pero no pensó que fuesen a estar tan densos como se sentían en ese momento. Jessica había llamado a la reunión durante la noche anterior, justo cuando él estaba bajándose del avión. El rubio le respondió que estaba bien y luego la invitó a quedarse en su apartamento. Es mejor que descanses, Vikingo. Mañana será un día pesado. Sabía que tenía razón, pero se moría por verla. Más desde que sentía que toda esa situación de mierda estaba afectándola más de lo que ella dejaba entrever.Cuando se sentó en su silla de la sala de juntas las caras de sus hermanos y el resto de la familia fue de funeral. Jessica entró acompañada de Tom Habott y Joaquín, que parecían venir dispuestos a pelear una guerr
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CAPÍTULO 42 - La hora de la verdad
Dicen que las personas pueden presentir cuando algo malo va a pasar, Gregory lo creyó al momento en que Jessica entró en su departamento.Tenía montones de preguntas que hacerle pero el temor le atenazó las entrañas; nervioso y algo errático le preguntó si deseaba beber un trago, y cuando aceptó le sirvió un vaso de bourbon. Ella se sentó en el sofá de la sala, mirando el cielo nocturno por la ventana. Suspiró sin causa aparente, sin embargo el rubio, que no tenía mucha experiencia sobre emociones y amor, supo identificar la tristeza en sus ojos.―Gracias ―sonrió Jessica, débilmente. Recogió el vaso de la mesita de centro y sorbió.―Has venido a terminar conmigo ―se adelantó Greg, cuando ella colocó de nuevo el vaso en la mesa. La latina suspiró.―Algo así ―aceptó ella―. Aunque en realidad…Leer más
CAPÍTULO 43 - Los Ward siempre sufren por amor
Después del almuerzo familiar en casa de los abuelos, pareció que nadie estaba de humor para irse. Fred había escuchado a sus abuelos hablar sobre lo que hizo Jessica de devolverle las acciones a sus hermanos y a Greg, lo veían como un gesto de buena voluntad que cobraba sentido de un modo distinto tras la confesión del Vikingo sobre su amor por la latina.Fue casi imposible disimular, de hecho no lo consiguió del todo porque su abuela procuró consolarlo. Luego de que todos se dispersaran y los gemelos y Bruce arrastraran a Greg hacia el jardín para hablar sobre su hermana; ella le pidió que por favor la llevara a la terraza del piso superior.―¿Estás bien, Freddy? ―indagó con cariño, prendida de su brazo. Olive estaba sana, más allá del problema de su vista era fuerte como un roble―. Eso que dijo Greg debió ser duro para ti.Él compuso una muec
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EPÍLOGO I - Te seguiré hasta el fin del mundo
Jessica entró en el aeropuerto de Japón y se dirigió sin dilación a la sala de espera de la aerolínea. Joaquín le había llamado la atención al respecto de su reciente tendencia al despilfarro cuando los últimos vuelos que adquirió los hizo todos en primera clase. No obstante, tras tres semanas de haber dejado San Francisco, pasar un periodo menstrual en particular doloroso ―tanto física como emocionalmente― y sufrir tres días de jaquecas consecutivas mientras estuvo en Lisboa, le valía mierda si a Quín le parecía ostentoso y desagradable que gastara su dinero viajando en primera clase.De ese modo se evitaba el fastidio de tener que hacer filas para abordar, también podía relajarse en un espacio tranquilo antes de volar y subía de primera a la nave, lo que le permitía encerrarse en su cabina hasta que aterrizaba en su siguiente destino.E
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EPÍLOGO II - Una boda… Ocho meses después.
Greg no estaba seguro cómo había pasado eso, pero cuando tu mejor amigo te llama para pedirte que seas su padrino de bodas, solo te queda decir que sí.Volver con su Valkiria fue todo un proceso, ella continuaba ocupada con sus negocios y él tenía que regresar a San Francisco a trabajar para ponerse las pilas con los nuevos proyectos de construcción. ―¡Hay acciones que pagarle a la socia! ―le dijo una tarde mientras hablaban por teléfono; ella bajaba de un avión en ese momento en Boston, anunciándole que iba a quedarse lo que restaba de año en el país.Celebraron sus cumpleaños, los dos solos en el bote, navegando en el Pacífico. Flotando en su nube de felicidad se comportó como el peor primo del mundo, y mucho más terrible mejor amigo porque no se dio por enterado de todas las tretas que Geraldine hizo para reconquistar al moreno. Así que a principios
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