Luego de que las chicas me contaran lo «complicado» Vania me hizo reemplazar mí vestido amarillo por unos vaqueros, una blusa y unos deportivos, con el fin de que no podría ir con un vestido a un partido de fútbol americano, según ella, según yo podría ir con lo que quisiera.Cuando por fin llegamos al dichoso partido, nos sentamos todos juntos en una fila, Vania de un lado y Noah a mi otro lado.Los chicos se encargaron de comprar unas cuantas cervezas, refrescos y golosinas. Y como en cualquier partido, la bulla, los gritos de los aficionados por el fútbol americano, música a todo volumen, el montón de personas y los jugadores entrando a la cancha como todos unos dioses.Me sentí como una más y me gusto la sensación de emoción que se acopló en mi estómago, esa de ansias. Sentí que estaba igual de em
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