Después de lo que paso con mi pequeña Bet, de todo lo que me hizo sentir, de las emociones que despertó en mi, ella simplemente se marchó, sin decir ni una palabra, tampoco se lo impedí, sin embargo, como siempre, le cuido la espalda y dí órdenes especificas de que llegue sana y salva a su casa, y solo una vez que este dentro de ella podré descansar por completo. Aunque, a decir verdad, aún me mantengo en alerta, y mas si se trata de ella, pues se con certeza que ese hombre la vigila, todo es muy tranquilo y eso es sospechoso, incluso la desaparición de Luna es sospechosa. Intento dormir, pero los pensamientos perturbadores no me permiten, toda esta situación por la que estoy atravesando me mantiene confundido, y entre esos pensamietos aparecen unos ojos azules como el mar, me siento como un maldito puberto que no sabe como actuar, que decisiones tomar, que decir; sólo se que que me es imposibl
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