18. ¿Qué es eso?
Mi quijada no cae al suelo porque la tengo pegada de lo contrario ya estuviera en el suelo, no puedo creer lo que estoy viendo. —¡LOUIS! —Grito pero no alzo tanto la voz para que mis papás no vengan, entro en la habitación y cierro la puerta tras de mí —¿Qué diablos estás haciendo?¿Qué diablos te pasa?¿Por qué tienes eso en las manos? —Porque es suave y me gusta mucho —dice simplemente. Yo hago una mueca de incredulidad —Ya suelta esa cosa, no quiero que mamá se entere de esto, que asco. —Por Dios, no es nada de otro mundo, ven acaricialo. Doy un paso atras y hago una mueca de asco —¿Estás demente? No haré eso, que horror. —Tú te lo pierdes a Samantha le encanta acariciarlo, estuvo aqui hace un rato y lo adoró, este chico tambien adoró mucho que lo acariciara —dice pasando el dedo indice por su cabeza. —Louis, un perro en la casa no es buena idea y lo sabes. Rueda los ojos
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