Emma. Mis recuerdos no son del todos claros, pero aún recuerdo el día en donde descubrí la crueldad de Luke —el rey de la ciudad de los vampiros—, no olvido el día en que conocí a Anthony —el Alpha de la manada HoneyMoon— y jamás dejaré de pensar la fecha en donde decidí odiar a la raza de los vampiros siendo mitad humana y mitad chupa-sangre. Cuando tenía 5 años me encantaba jugar en un lago en medio del bosque, para mi era un lugar mágico pero para muchos se consideraba maldito por las hadas o duendes que lo habitaban. Mi padre —Víctor—, nunca creyó que ese sitio fuera adecuado para una niña como yo, aunque nunca le tomé importancia a lo que creía. Muchos consideran que los seres mágicos son de mala suerte o de infortunio, pero a mi pensar son lo más maravilloso que existe. Vivía con el rey Luke —gobernador de todos los vampiros—, en el castillo de Transilvania. No siempre viví ahí, ya que antes junto con mi padre habitábamos una pequeña ca
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