El día finalmente se termina, es hora de volver a casa y disfrutar de un rato en familia. Mientras me dirijo a mi hogar, no puedo evitar sentir una mezcla de emociones. Por un lado, estoy aliviado de que Nina finalmente haya dejado la clínica, pero por otro, siento una enorme ansiedad de que se encuentre por su cuenta en un mundo que no está dispuesto a ayudarla, por el contrario, una nueva caída, será un buen titular.La prensa dedica tanto tiempo a las especulaciones sobre su salud, y han dicho tanta porquería sobre ella…, solo espero que el comunicado que armamos calme un poco las aguas y le dé el espacio que necesita para continuar con su recuperación.Ni bien estaciono, noto la pequeña cabeza de mi hija asomarse por la ventana, su sonrisa se ensancha e ilumina mi camino, alza su pequeña mano y me saluda entusiasmada. Sonrío complacido, esta es la mejor parte de mi día.<
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