Las personas tienden a dejarse llevar por primeras impresiones. Muchas veces al conocer a alguien, su aspecto, sus primeras palabras para con nosotros, sus actitudes, definen nuestra relación.Pero, ¿cómo juzgar un libro por su portada? Eso es algo inaudito, es rehusar la oportunidad de que alguien te sorprenda, es dejarse llevar por un momento, por un instante… ¿Y si te equivocas? ¿Y si todo lo que crees saber, desaparece en un segundo?Durante toda mi vida, fui víctima de las impresiones, la mayoría equivocadas, de quién soy o quién creen que soy. Al presentarme y decir mi nombre, enseguida la gente relaciona a mi familia conmigo, y no podríamos ser más diferentes. O, al saber mi profesión, se hacen una imagen errónea de mí, de mi moral, de mis valores. O tal vez, me conozcas en otro ámbito, algo más… oscuro, por así decirlo, y te imagi
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