Nuestra convivencia ha estado llena de sinsabores. Me evade en todo el sentido de la palabra. Ahora que comenzó la universidad, es poco lo que está en la casa, por lo que casi ni la veo; y cuando lo hago, lo único que escucho es su voz, hablando por teléfono. Su hora de llegada mayormente es en la noche, pero hace unas cuantas semanas ha estado llegando mucho más tarde. No he querido meterme en su vida, primeramente, porque no me lo va a permitir y segundo, porque no quiero dañar más las cosas. Creí que toda esta situación se arreglaría cuando estuviera de vuelta, pero cada vez se hace peor. Me creía capaz de recuperarla, aún ahora no quiero perder las esperanzas. Lo que me frena es lo que me dijo Tony. En otras circunstancias, ya le hubiera confesado mis sentimientos, arriesgándome a que los pisotee.Pasa tiempo con Alana, de eso no puedo quejarme. Muchas veces se la lleva al jard&iacu
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