—Creo que te has excedido, Mónica— comenté, y ella me miró.—Lo siento, Steven. Tienes toda la razón, pero hablaremos de esto en otro momento. Solo diré una cosa más antes de irme, y es que esto no debe causarle problemas a Steven, porque esto es algo ajeno a él. Desde hace mucho quería tenerlo frente a frente. No creo que deba mencionar las razones, porque mejor que nadie debe saberlas. Espero esté satisfecho luego de todo lo que me hizo pasar, sin yo hacerle nada usted. Ten un buen día, Steven. Y siento mucho que no sea igual de buena que tú— sonrió, y volvió a subirse en el auto.Quería ir tras ella, pero me sentía entre la espada y la pared. Ni siquiera me atrevía a mirar a mi jefe. Sé que esto tendrá muchas consecuencias, así que debo prepararme para ellas.Tuve que esperar a que él pudiera recuperarse un poco. Su prometida también trató de ayudarle, pero él no quiso la ayuda de nadie.—¡Lárgate de aquí! Quiero
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