Había pasado los tres días sin darme cuenta, Greg y yo pensando en las posibilidades de que las muertes fueran provocadas y realizadas por demonios, ya que no había huellas ni rastros en las necropsias tomadas, por ello el dolor había sido olvidado por un momento y era bueno que se mantuviera así, aunque en las noches, en esas dos noches, con Josh y Aris a mi lado durmiendo profundamente, yo me quedaba despierta, pensando, llorando, pensando y diciéndome en silencio que debía parar.Esa noche sería la famosa fiesta de “Odio San Valentín” la tan mencionada y esperada fiesta de adolescentes enamorados y desenamorados como yo, organizada por los estudiantes de Grays Harbor College y Aberdeen High School en Pioneer Park, en esos tres días, en las tardes; habíamos estado ensayando arduamente en el garaje de la
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