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Todos los capítulos de Regálame tus Alas: Capítulo 21 - Capítulo 30
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21. Boda Real
Trato de conseguir el vestido más horrible nunca visto en una novia, pero fue prácticamente imposible esa tarea. Todas las modistas de la ciudad se hubiesen sacado un ojo por vestir a la Miss Delment, que para colmó también era la hija del alcalde. La boda a pesar de lo apresurada, estaba considerada como la boda del año.A todos los sitios que fue solo le mostraron los mejores vestidos. Cuando Arizona mencionó algo sobre ver vestidos negros, se escandalizaron. Nadie cometería el terrible error de importunar al comandante Moore, sobre todo si apreciaban cómo se veía su cabeza sobre sus hombros.Allí estaba varada entre metros de satén, seda, raso, hermosos encajes hechos a mano. Le resultaba casi  un sacrilegio llevar un vestido como aquellos para un evento tan desafortunado. Terminó por decir a una vendedora que escogiera uno
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22. Zombie
Narrador Omnisciente El resto de la fiesta Arizona se mantuvo inmóvil sentada en la mesa de los novios, aunque ya no se molestó en volver a fingir una sonrisa. La cara de Jack cuando mencionó lo de reclamar su noche de bodas venía a su mente una y otra vez. ¿Que haría? ¿Como se libraría de él? Si intentaba tocarla tendría que matarlo.  «¡Mierda!»« ¡Mierda!, ¿Matarlo?» ¿Cómo rayos  todo se había salido tan rápido de control? ¿Cómo es que había terminado casada con ese hombre en algo así como setenta y dos horas? 
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23. Apetecible
Narrador Omnisciente Arizona  se había dormido tan pronto cayó en la cama, pensó sabiamente que no tenía sentido exponerse a salir en medio de una ola de zombies devorando cerebros y destrozando la ciudad. Si su arcángel había hecho todo eso por ella, lo lógico sería que la fuera a buscar hasta su casa. Ya ella había pasado días enteros vagando por el cielo sin que él le diera una señal de vida, ahira había llegado el momento de que el arcángel hiciera algo por ella . Se había sentado en la cama con el objetivo de esperar, pesó el alcohol, y el cúmulo de emociones del día de su “feliz matrimonio” acabaron por hacerla dormir profundamente.Ya casi amanecía cuando sin
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24. Lección de Vida
Narrador Omnisciente  La mañana transcurrió de forma tranquila. Arizona después  de desayunar subió a ver el estado de Jack. Al parecer había recuperado el sentido, pues había lanzado  lejos la sabana con que estaba arropado, y para ese momento solo dormia. Tocó su frente y verificó que estaba ardiendo de fiebre.  Lo volvió a cubrir,  esta vez con una manta y abandonó la habitación. En el pasillo su padre la interceptó. —¿Cómo se encuentra Jack?— peguntó su el señor Richard ,  Leer más
25. Tallado por los dioses
Narrador Omnisciente En cuanto llegaron a casa la tensión de la chica fue en aumento. Cada segundo que pasaba era como un recordatorio de que el matrimonio no había sido consumado y que su esposo podría exigir sus derechos maritales de un momento a otro. Si tan solo hubiese continuado convaleciente un poco más, habría tenido varios días para evitar cualquier acercamiento con una excusa más que válida. Ahora solo estaba a merced del apetito sexual de su esposo. Quizás era gay, no le conocían novias o mujeres, ni siquiera una amante del bajo mundo de los burdeles clandestinos. Así, que tal vez y solo tal vez no tenia de que preocuparse.   A&uac
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26. Agua y vapor
Narrador Omnisciente Arizona  se quedó rabiando molesta. Le parecía imposible que aquel estúpido le estuviera tomando el pelo. Cómo se atrevía a dejarla así, él tendría que estar rogando por estar en esa cama con ella y no largándose  a mitad de la noche. Era casi seguro  que era gay o peor aún, quizás estaba con otra mujer,  quizás tenía una pareja estable y ella sólo era la tapadera para su vida social perfecta. Ella no iba a permitir eso, ella tenía un prestigio social que defender y eso le parecía inaceptable en su vida. Ella no sería la tapadera para que su esposo se estuviera revolcando con otra. 
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27. Hænlüz
Narrador Omsniciente Antes del mediodía se marcharon a la que sería la nueva residencia de Arizona. Se despidió secamente de su padre y bajo sin hablar hasta el coche de su esposo. Se cohibió de preguntar a donde irían, ya que no estaba de humor para escuchar una posible respuesta sarcástica y de mal gusto de parte del adorable y antipático comandante.Tan solo se sentó en el asiento del copiloto de el Chevrolet Corvette de Jack y observó como los paisajes desaparecían fugazmente de su vista por la velocidad en que él mantenía la marcha. Aquel coche era igual que su dueño, fuerte, controlado, misterioso y potente.Ya cerca de la frontera mágica el coche aminoró la marcha, habían llegado al destino. Se trataba de  una finca un poco alejada del centro de la ciudad. Estab
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28. Medusa
Narrador Omnisciente Luego del episodio con la Ninfa unicornio cada uno salió en una dirección. Arizona subió a su habitación y Jack desapareció, pero esta vez por dos días seguidos. La tal Hænlüz rondaba la casa de vez en cuando husmeando, buscando a su Jasciel. «Si será puta, Ninfa descarada». Cuando Arizona  bajaba las señoras del servicio la miraban de forma dura, con desprecio. Estaba más que claro que ella no era bienvenida allí, a pesar de estar casada con el señor de la casa solo era una intrusa. Debía salir de allí lo más rápido posible.Leer más
29. Suero de la Verdad
Narrador Omnisciente Allí inmóvil,  con brazos y piernas encadenados con una gruesa cadena de un metal blanco que parecía Plata , por primera vez se dio cuenta de la estupidez que había cometido en seguir a Jack. Aquello había resultado todo menos lo que pensó.Su propia estupidez la había llevado a esa penosa y humillante situación, de la que no tenía manera de salir ilesa. Jack se desquitaría esta afrenta de algún modo, eso si no llegaba al verdadero fondo del asunto.«¿Que creía? ¿Que seguir a su esposo sabiendo sus antecedentes sería un día en el campo con la señorita Rizzos?»Él no hablaba, solo esperaba que los hombres presentes cumplieran su orden y daba pequeños paseos observando a su esposa. Era un experto disimulando lo que sen
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30. Arcángel al amanecer
Narrador Omnisciente La lluvia seguía cayendo torrencialmente en aquel lejano paraje. El viento se había hecho más fuerte y se escuchaba de fondo al mar furioso romper contra los riscos de aquel acantilado. Los truenos eran cada vez más fuertes sentenciando su cercanía. Cientos de piedras de granizo golpeaban los techos del galpón haciendo pequeños estruendos aislados que le pondrían los pelos de punta hasta al más valiente. El cuadro era realmente espeluznante, pero allí estaba Jack tan tranquilo como roca contemplando a su esposa encadenada retorcerse demencialmente luchando por escapar. La furia del comandante se había disipado y su semblante era tan neutro y sin expresión como de costumbre. Leer más