No le quedó más remedio que defenderse, y proteger la identidad de su amado. Alessio lo era todo para ella, su alma y no permitiría que nadie lo lastimara, aunque lo último distaba mucho de suceder. Él no era rival para nadie, asumió que Noah sería quien saldría afectado o quizás muerto en cuanto Alessio se enterará que había sido el quién la había secuestrado.Primero, la cataña desarmo a Sebastiano, y de un golpe lo envío lejos. Siguió velozmente contra Noah, pero él se conocía todos sus movimientos. La chica empuñaba la katana del chico de ojos esmeralda, pero hacia abajo.—No quiero hacer esto Noah. Le advirtió.—De aquí no saldrás hasta que hayas contestado a mis preguntas, sé
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