Capítulo 7 Desperté absolutamente empapado y mi teléfono no paraba de sonar, al parecer desde hace bastante rato. Increíblemente las sábanas no se encontraban tan mojadas de agua, sino que de una húmeda y fría transpiración perfumada. Estaba en mi habitación. Alcance el cable del cargador del celular y contesté, sin siquiera mirar quién llamaba. — ¡Aló! — Hola, mi perrito hermoso. ¿Cómo estuvo esa siesta? Me quedé sin palabras tras oír la sexy voz de mi feminista millonaria. — Bien, bien —Respondí, bastante confun
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