En la clínica, Anais trabajaba como un robot, hablaba lo estrictamente necesario, no le reclamó a nadie, bebía café y escribía en el computador la evolución de sus pacientes, revisaba el funcionamiento de su unidad pero en completo silencio, sus colegas que no estaban acostumbradas a ese comportamiento y los doctores se preocuparon, el comentario llegó a oídos de Bruno, por lo que le llamó a su oficina.-- Doctor Schneider, ¿me avisaron que deseaba hablar conmigo, hay alguna novedad con los pacientes de cirugía?- preguntó sin sentarse y con la mirada perdida.-- Anais, siéntate primero en el sofá.- le mostró con la mano- No es por nada del servicio, no hay reportes negativos.-- Me alegro… entonces?-- ¿ Estas bien jefa? Tanto las enfermeras como los médicos te han notado extraña-- ¿Cómo extraña? He cometido algún error con los pacientes o el personal, ?-
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