Ella estaba parada en el gran salón, era el cumpleaños número 18 del príncipe, y él iba a encontrar a su compañera, la Luna de la manada y la reina de toda la raza de hombres lobo blancos. Todos los alfa y luna de cada manada estaban allí para dar sus bendiciones. Era la primera vez que lo veía con tanta profundidad.    Medía 6 pies y 3 pulgadas y era delgado y musculoso. Tenía ojos de un azul profundo y un rostro hermoso con sus cabellos negros oscuros cayendo sobre su frente. Ella siempre lo había odiado porque estaba molesto, el príncipe malcriado que no piensa en nadie más que en sí mismo. Desde dentro, sentía lástima por su pareja.   Su padre, el actual Alfa de la manada de piedra de río, estaba anunciando su coronación si encontraba a su pareja hoy. Todos estaban felices.   Odiaba tal reunión; quería sentarse en su habitación en lugar de aburrirse aquí. Muchas chicas estaban emocionadas de ser su compañera.Leer más