Aunque el hueco seguía en su pecho, y el recordar lo volvía a hacer sentir como una nada, de repente sus hombros se sintieron más livianos. La sensación de embargo salió de él, y aunque sus ojos se sentían hinchados y doloridos, pudo soltar el aire esta vez menos pesado.Ya pasaron 3 años de ese suceso, y a pesar de todo el esfuerzo, no podía dejar de recordar ese día como si hubiese sucedido ayer. La familia de Dayane nunca apareció, y él tampoco esperó que lo hicieran, ella siempre fue un problema para sus padres, y no le sorprendió siquiera recibir una palabra de apoyo o un interés por saber qué harían con su hija después de que todos sus cercanos, se enteraron del suceso.Mucha gente lo ayudó, de eso no había duda, Robert encubrió el hecho en la ciudad, y muy poca gente supo la realidad de su vida. Aunq
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