Años más tarde...Cuando Fernanbeth puso un pie en el cuartel de entrenamiento del territorio Eitak, de inmediato, supo que nada en ese día sería como lo era antes. Algo trascendental lo iba a cambiar todo, un hecho que podía sentirse en el aire. Y dicho hecho se hizo realidad cuando, al abrir las puertas del lugar, la primera imagen que recibió fue la de los hijos de su hermano y su cuñada, cubiertos con una armadura similar a las de Francis Tetzaco y con una mirada determinada que los hacía lucir letales.El mayor de los Tetzaco, con sus ojos multicolor, miraba todo el lugar con severidad, un sentimiento tan neutro que la golpeó con una sorpresa tan dolorosa que lo único que no le dolió fue el golpe de fuerzas que sintió en su
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