Erika Wagner y Johannes Hoffman eran una joven pareja alemana, oriundos de Sindelfingen, una ciudad ubicada en el estado alemán de Stuttgart Wurttemberg, conocida por su economía basada principalmente en la industria del automóvil, debido a la presencia de las fábricas de Dalmier, AG, Smart y Mercedes Benz. Habían vivido y sufrido los avatares de la Segunda Guerra Mundial la cual ya había finalizado, aun así, los años subsiguientes estuvieron llenos de tragedia, dolor, sufrimiento y muchas dificultades. Erika, terminada la guerra, aún seguía siendo enfermera voluntaria y eventualmente asistía a colaborar en un consultorio médico para poder medio subsistir, por su parte Johannes, que era un herrero calificado, aparte de soldador, intentó conseguir empleo, sin lograrlo, incluso en unos astilleros noruegos, pero su búsqueda no le resultó y termin&
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