Johannes era un tímido joven, aunque muy apuesto que ocasionalmente iba a la misma cafetería y ordenaba siempre el mismo dulce KonigsKuchen que significa Pastel de Reyes hay recetas de este postre del siglo 15. Siempre estaba solo y ocasionalmente iba con un compañero de trabajo que le gustaba disfrutar del mismo dulce, en una oportunidad llegando a la cafetería se encontró con las dos chicas y se impactó tanto que ni siquiera les dispenso las buenas tardes, no obstante siguió y se sentó en la misma mesa de siempre, tal vez por cábala o mera costumbre e ignoró ese encuentro aparentemente. Sin embargo, al día siguiente volvió y era la primera vez que iba dos días seguidos, estuvo unos días acudiendo con mayor frecuencia que antes, y un día le comento a su compañero de trabajo lo acontecido a lo que este resto importancia, no obstante fue tal la insistencia de Johannes en que fuera a conocer a las chicas que este aceptó y acompañó a su amigo a disfrutar del exquisito postre y tomar café,. Ese día ellas no acudieron, razón por la que Johannes se desanimó y su amigo se retiró antes de tiempo.
Al amigo de Johannes le encantaba el KonigsKuchen, por lo que Johannes tenía la excusa perfecta para invitar a su amigo a la cafetería, fue así como un día Johannes lo estaba esperando sentado, y al llegar, su amigo, quedó también impactado de la belleza y el atractivo de ambas chicas, desde ese mágico día eran asiduos visitantes del lugar, obvio que ahora ambos tenían un fuerte interés en ellas, pero no encontraban, tal vez por timidez, la manera de abordarlas. Johannes sin duda era el más impactado, aunque no tenía hasta ahora preferencia por ninguna de las dos, en fin ni siquiera había conversado con ellas, ni sabía sus nombres. Johannes iba casi diariamente al café con la única intención de acercarse a las chicas sin saber cómo, pero pensaba, ya habrá un momento o se me ocurrirá algo, ellas desconocían tal situación, mientras tanto el mundo seguía su curso.
Erika por su parte estaba encantada de trabajar con el Dr. Shculz, él era un tipo muy educado y gentil no sólo con ella sino también con sus pacientes, su clientela crecía cada día por lo que un día comentó a Erika que ese lugar ya le era insuficiente y tenía pensado arrendar un lugar algo más grande, contratar otros médicos y más personal de la salud. A Erika le pareció genial esa intención de crecimiento y se lo comentó a Marlene, quien le dijo que por su parte el Dr. Meyer estaba pensando en retirarse, ya su edad, la soledad y la pérdida de su familia eran motivos más que suficientes para sentirse no sólo cansado, sino más bien abatido física y emocionalmente, para su bien siempre fue un hombre muy austero en el manejo de sus finanzas y había ahorrado lo suficiente como para retirarse y tener una vida digna y cómoda, Erika le dijo sonriendo la vida es cíclica según un viejo sabio griego, o sea que tal vez vuelvas donde empezaste, ambas chicas soltaron una carcajada llena de esa simpatía que ellas emanaban tan sólo con su presencia.
Definitivamente Erika estaba feliz en Berlín, vivir con su mejor amiga, era como un sueño, tenía un trabajo y el simple hecho de poder ayudar a su madre y a sus dos hermanas era suficiente motivo para ello, el poco dinero que le quedaba, luego de enviarle casi todo a su familia, lo gastaba ayudando a Marlene con los gastos, comprar algo de ropa e ir a la cafetería todas las tardes, ocasionalmente iban al cine.
Un sábado Johannes y su amigo estaban libres, por lo que Johannes aprovechó para invitarlo nuevamente a la cafetería, al principio este se negó, pero como estaban libres y no había nada que hacer terminó aceptando la invitación. Johannes llegó a la cafetería más temprano que de costumbre, su amigo llegaría un poco más tarde, la intención estaba definida, aunque no tenían un plan se habían propuesto abordar a las chicas, no tenían ni idea de cómo lo harían, pero lo harían.
Erika y Marlene tardaron un poco en llegar por lo que ellos ya estaban un poco nerviosos, cuando Johannes se dio cuenta que se acercaban le comentó a su amigo. Al ellas entrar, como ellos se habían sentado cerca de la entrada, las recibieron con unas muy cordiales y emotivas buenas tardes, a lo que ellas respondieron sonriendo muy cortésmente. Pasados unos cinco minutos Johannes llamó al mesero y le pidió que les llevara dos cafés y dos KonigsKuchen y les dijera que el señor del sombrero, que no era otro que él mismo, las invitaba. Su amigo quedó mas impactado que antes de la belleza y el atractivo de ambas chicas, quizás porque anteriormente no las había detallado bien.
Johannes ya era un visitante recurrente de la cafetería y con su constancia había logrado acercarse a las chicas, su amigo había perdido interés y sólo lo acompañaba eventualmente. Ya no les enviaba dulces sino que se sentaba con ellas y compartían el dulce, el café, y la exquisita compañía de ellas. Era gentil con ambas, pero se decía así mismo que jamás olvidaría el rostro de Erika, la primera vez que tuvo la oportunidad de verla de cerca, se repetía todas las noches que sus ojos nunca habían visto un rostro tan hermoso, pero su timidez retraso el momento preciso para hacerle una invitación, por su parte Erika parecía no interesarle pero era tan caballero y gentil que eso sin darse cuenta empezó a conquistarla.
Una tarde Johannes llegó un poco tarde y para su suerte Erika estaba sola, él la saludo gentilmente y preguntó por Marlene, ella le explico que no vendría ya que tenía que trabajar un poco más de lo normal, tomaron café, conversaron y al retirarse él se ofreció a acompañarla hasta su casa a lo que ella accedió. En el trayecto Johannes la invito al cine, Erika se sonrojo al tiempo que le agrado la idea y casi sin darse cuenta dijo si, ¿el sábado? Preguntó Johannes y ella con una sonrisa estrecho su mano y le dijo con algo de pena, ¨está bien¨, sin darse cuenta habían llegado a la casa de Erika, se despidieron y ella entró en su edificio. Erika no podía contener su alegría, subió corriendo las escaleras y al entrar a casa abrazo a Marlene, era la primera vez que un chico la invitaba y a pesar de estar nerviosa estaba muy contenta, le contó todo a Marlene mientras cenaban, charlaron hasta llegada la medianoche, era evidente que ambos jóvenes sentían atracción el uno por el otro.
El sábado cuando Johannes pasó por la casa de Erika a recogerla para ir al cine, a la hora indicada, ella ya estaba parada detrás de la puerta de su edificio, lo vió llegar porque una parte de la puerta era de cristal, salió y cuando Johannes la vió, por un momento parecía haber perdido el habla, traía en sus manos un ramillete de flores que gentilmente le entregó sin pronunciar palabra alguna, ella llevaba un hermoso vestido blanco, un sweater rojo y un sobretodo color beige, que hacían un espectacular contraste con sus hermosos ojos azules. Johannes, a pesar de estar impactado por la belleza de Erika, alcanzó a decir… ¨que hermosa eres¨ y le dio un beso en la mejilla, Erika enmudeció al mismo tiempo que se sonrojó y su belleza pareció aumentar, caminaron hasta la entrada del cine sin pronunciar palabra alguna.
A partir de ese mágico día, comenzaron a salir con mucha frecuencia y se hicieron inseparables. Una tarde Johannes fue a recogerla al trabajo y la sorprendió con unos preciosos anillos de oro y le propuso matrimonio, dos semanas más tarde se casaron estando presente su gran amiga Marlene quien no podía contener su alegría, luego se fueron a cenar a un hermoso restaurant al que Erika siempre había soñado ir.
Johannes, a pesar de su timidez, era un tipo muy ambicioso y tenía la convicción de que a fin de encontrar un mejor futuro a mediano plazo, debería irse a otro país a probar suerte, por ello ya había convencido a Erika de que lo mejor era probar suerte emigrando. En tal sentido, en su búsqueda y lucha por su propia supervivencia, emigraron a Suecia donde Johannes tenía un pariente, intentaron, sin éxito, conseguir un empleo pero el esfuerzo no resulto, ya que Erika nunca logró nada a pesar de ser una enfermera calificada. Johannes trabajaba medio tiempo en una tienda de libros, donde escasamente ganaba para comprar alimentos, aunque su primo donde residía no le exigía nada, al contrario lo alentaba. Esta situación y el hecho de no tener perspectiva de mejorar los mortificaba a ambos profundamente, luego de tres meses y alentados por un médico del cual se habían hecho amigos en un café, se fueron a Italia ya que Johannes que era herrero y soldador supuestamente era más factible que consiguiera un mejor empleo, fue así como llegaron a Milán, llevando poco dinero, pero suficiente como para vivir un mes.
Milán había sido una de las ciudades más bombardeadas en la Segunda Guerra Mundial, era la ciudad industrial más desarrollada de Italia, y una de la más relevante a nivel europeo, junto con Turín y Génova formaban el triángulo industrial del norte italiano. Había grandes fábricas y contaba además con 21 líneas de tren, para la época habian más de un millón de habitantes, no obstante, toda la desgracia causada por los bombardeos, después de la guerra, se esperaba que la ciudad recuperara pronto su prosperidad, y esto seguramente fue la principal razón por la que los Hoffman se sintieron atraídos, pero jamás pensaron que su estadía en Milán seria breve y el destino los llevaría a Suramérica. La segunda guerra mundial finalizo en 1945, pero tomo muchos años, aparte de trabajo, esfuerzo e inversión, recuperar Europa, todas estas penurias las vivieron muchos ciudadanos pertenecientes a ese continente, tal vez la migración alemana no fue la más numerosa, luego de finalizada la guerra, sino que por el contrario, tal vez fue la que menos, no obstante, los esposos Wagner-Hoffman fueron parte de esa minoría.
Estando en Milán, Johannes logro conseguir un mejor trabajo como ayudante de herrería, pero el destino pronto cambiaria para ellos y tendrían que elegir entre quedarse en Europa, o irse hacia un país donde había más prosperidad y donde la Guerra no había pasado, fue así como una noche cenando en la casa de uno de sus compañeros de trabajo, Paolo Pausini, quien los invitó a comer pizza, que no habían probado nunca, éste les comento que algunos amigos y ellos, refiriéndose a él y su mujer, estaban planificando emigrar a Venezuela, un hermoso país en Suramérica que gozaba del auge petrolero, y su gobierno liderado por el entonces presidente Marcos Pérez Jiménez, estaba impulsando la migración europea hacia allá, se decía que había trabajo, demanda de mano de obra calificada y buen dinero. Se estaban construyendo muchas obras de infraestructura, lo que representaba una gran oportunidad para un herrero soldador como Johannes, la conversación causó mucho eco en los Hoffman quienes comenzaron a investigar y a madurar la idea sobre emigrar a ese país del que jamás habían escuchado y que no tenían idea que existía. Paolo si tenía esa idea más clara, unos amigos y parientes suyos ya tenían un año viviendo en Maracay y les iba muy bien, fue así como luego de seis meses viviendo en Milán y habiendo ahorrado lo suficiente para pagarse el viaje, el 17 de Enero de 1950 se embarcaron hacia Venezuela, era algo así como lanzarse a lo desconocido, el destino final era la ciudad de Maracay, la cual había sido durante tiempos de la dictadura del General Juan Vicente Gómez la Ciudad desde donde se manejaba el Gobierno, todo esto lo descubrieron los Hoffman mucho después de haber llegado a su destino.
Luego de haber arribado al Puerto de la Guaira, que era el principal puerto en Venezuela, casi un mes después de embarcado desde Italia, tuvieron que tomar una pequeña embarcación que los llevaría a Choroni un pequeño pueblo pesquero ubicada en el estado Aragua, el mismo estado donde está situada la Ciudad de Maracay la cual era su destino final. En Choroní se quedaron 10 días descansando y disfrutando las hermosas playas tropicales del Caribe que jamás imaginaron existían. Tres años después, durante las Fiestas de Carnavales de 1953, regresarían de vacaciones , obviamente en mejores condiciones económicas. Toda esta travesía había sido diseñada por los parientes de Paolo quienes ya la habían cruzado tiempo atrás cuando también llegaron a Venezuela; el trayecto de Choroní a Maracay les
El día del asesinato Carmen María no había estado en casa de los Hoffman, ella evitaba al máximo asistir a lugares donde sabia podríaencontrarse a Martin su ex esposo, el divorcio ya se había consumado por las razones que ya todos conocían mucho antes de que sucediera. En primer lugar las constantes infidelidades de Martin, tenía romances por todos lados y las peleas se hicieron cada vez más intensas motivadas a los celos justificados de Carmen Maria, aunque Martin siempre negaba los hechos lo que empeoraba las cosas ya que Carmen Maria, en sus arrebatos de ira, se ponía muy violenta e intentaba agredir a Martin hasta que finalmente se separaron y luego se divorciaron. Ella tenía una coartada perfecta esa noche que fue debidamente corroborada por la policía, estuvo aproximadamente hasta las tres de la madrugada cantando en un night club llamado ¨La Boheme¨, donde solía ac
El cuerpo de Erika Hoffman yacía sentado sobre una silla con la cabeza sobre un plato que aún estaba lleno de comida, su cara estaba sobre el plato colocada de lado, de izquierda a derecha, el cuello estaba un poco separado de la mesa, por ello había sangre sobre su blusa, el pantalón y el piso de la cocina, tenía los ojos abiertos, como si tal vez al momento que la asesinaron intento ver el rostro de su agresor, no había rastro alguno de lucha ni violencia, el Inspector explicaba que tal vez estaba comiendo, el asesino llego por detrás y corto la yugular, pero se preguntaba, ¿Por qué tenía estirados los brazos?, normalmente cuando esto ocurre el agredido se lleva las manos al cuello, ¿Acaso serian dos? aun cuando este tipo de cortes producen la muerte casi instantáneamente, tuvo tiempo de agarrase el cuello y no lo hizo, porque de haber sido así, sus manos estarían llenas de sang
El día 06 de noviembre de 1958, siendo la 2:00 p.m., arribó Carmen Maria al Cuerpo Técnico de Policía Judicial, al verla llegar los agentes que estaban de turno en la recepción no pudieron contener su asombro, ese día estaba más radiante que nunca, su esbelta figura y su escultural belleza se encontraban ese día en todo su esplendor, dijo con voz tenue, Buenas tardes, mi nombre es Carmen Maria de las Casas Uslar y vengo porque me citaron, aunque no sé de qué se trata, cuando el agente tomó la citación inmediatamente leyó el número de expediente No. 352109, entro al despacho y aproximadamente 10 minutos después, llegó un agente y se presentó, mucho gusto Señora Carmen, a lo que ella replicó, llámeme Carmen Maria por favor, ok replicó el agente, Señora Carmen Maria, mi
La conversación se desarrolló así:El Gerente: Mi estimado amigo Sr. Johannes, siento mucho lo de su esposa.Johannes: Gracias.El Gerente: ¿Cuénteme Sr. Johannes cómo esta su salud, ha tenido algún problema físico en el desempeño de sus labores?Johannes: No.El Gerente: ¿Estuve leyendo su informe médico y dice que no puede conciliar el sueño, es eso cierto?Johannes: Si.El Gerente.: El doctor le sugirió ayuda profesional y ud no sólo se negó, sino que además abandonó el consultorio.Johannes: Si, lo sé, pido disculpasEl Gerente: ¿Por qué no acepta la sugerencia del doctor y deja que lo remita?Johannes: Lo voy a pensar.El Gerente: Sr. Hoffman entienda que es por su bien, lo necesitamos sano física y emocionalme
Era difícil entablar una conversación con esta gente, aparte de no saber leer ni escribir eran del campo y esa gente suele ser tímida, más si se trataba de la policía, sentían mucho miedo. Renault les preguntó a los agentes, ¿encontraron algo? no inspector, nada, ¿desean un cafecito preguntó Don Emilio? No mi Don quizás la próxima vez, hasta luego y se marcharon. Renault a pesar de su experiencia estaba desconcertado, en su mente estaba Johannes dando vuelta, pero no había absolutamente nada que lo vinculara con el crimen, no tenían un sospechoso y Renault sabía lo que venía si no avanzaban en la investigación, no quería que el caso se le enfriara, pensó en interrogarlo de nuevo, pero no había nada sobre lo qué preguntar. Renault era un Inspector muy dedicado a su trabajo, lo que hacía lo apasionaba, le&iacu
El inspector Renault tenía fama de ser un hombre inteligente, la gran mayoría de casos que en su carrera policial había resuelto lo había logrado por ser acucioso, los estudiaba bien, consultaba, se leía los expedientes varias veces y pensaba mucho, nunca descartaba las ideas aportadas por sus compañeros, escuchaba, en fin era todo un profesional en lo que hacía, por ello recordando las largas conversaciones que había tenido con Carmen Maria cuando ella le contó la vida de Erika descubrió, que un tío de ella se había suicidado, un primo de Erika intento suicidarse sin lograrlo, esos hechos los tomó el inspector como un antecedente suicida familiar, esto aunado a la cantidad de traumas que arrastraba Erika de su infancia y adolescencia, su padre desaparecido, el sastre con quien t
Martin ya había terminado de realizarle los exámenes a Carlos Enrique, al igual que fue al colegio y según la maestra no notaba nada extraño. Un día en el trabajo visitó a la doctora de la empresa para llevarle a Carlos Enrique; a la mañana siguiente ya se encontraban allá bien temprano, ingresaron al consultorio y la doctora le dijo a Martin déjanos solos Martin que ya Carlos Enrique es todo un hombrecito.La Doctora agarro el estetoscopio, ya Carlos Enrique estaba acostado a la camilla, le hizo un examen físico general se tardó aproximadamente una hora y media ya que iba anotando cada detalle al finalizar abrió la puerta del consultorio y llamo a Martin, ven Martin, entra ya el hombrecito está listo. Carlos Enrique estaba sentado y se veía muy tranquilo, la doctora era muy amable y en ocasiones mientras lo examinaba le hizo reír.&n