—He visto apartamentos lujosos, pero esto es... —dice Paula.Ella, Lucy y yo nos hemos quedado sin habla y aún no pisamos la sala de estar. Heidy y Georgi han desaparecido por unas pesadas escaleras de hierro, que están justo al lado de la sala, para ir por los disfraces. A pesar de lo elegante del lugar, es bastante confortable, como su oficina. Pisos en madera, tibios y placenteros, paredes blancas con pocos cuadros, nada de flores, Heidy dice que a Alex no le gustan, y tapetes lisos que adornan algunos lugares específicos del apartamento, como esa preciosa sala con sillones blancos, sin una mínima mancha. Perdón, penthouse.Nos quitamos nuestros abrigos y los dejamos sobre un sillón que nos ha indicado Heidy antes de desaparecer. Este lugar me hace desear quitar mis zapatos también y recorrerlo. Sonrío al sentir la calidez del lugar.—Esto es demasiado —digo y Lucy asiente.
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