Me faltaban tres horas de viaje, el chico a mi lado, estaba dormido en mi hombro, era incomodo, pero me daba pesar despertarlo. La azafata, cada vez que caminaba a nuestro lado, sonreía tiernamente, como si supiera algo que yo no. Suspiro.Cierro los ojos e inclino la cabeza, apoyándola sobre la ventanilla; estaba cansada pero no lograba conciliar el sueño.El avión por fin aterriza, y el chico a mi lado no se ha levantado, ¡Si duerme! Pongo los ojos en blanco, cuando la chica de cabello rubio, vuelve a mirarnos tiernamente; bufo. Zarandeo al chico y este con pesadez, abre los ojos. Sus ojos oscuros miran a su alrededor algo desconcertados, y después se dirigen a mí._ Lo siento…creo que me quede ¿dormido?- se revuelve el pelo, y baja la cabeza.Suelto una carcajada, ¡Qué situación más vergonzosa!_ Está bien- le sonrió- no te preocupes, ¿L
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