La hice mi esposa, su hijo es mi hijo ¿ahora qué? No hay manera de arrepentirse porque aunque arrepentirse sea lo más humano no lo hare, no me arrepentiré de tenerla como mi mujer y hacerla mía. Quiero entrometerme en su vida hasta que me acepte otra vez, hasta que me recuerde y cumpla su promesa de regresar, tenia mis dudas de porque Nefertiti había pasado tanto tiempo en Corea pero el pequeño es razón suficiente, me hubiera imaginado todo menos encontrarla con un pequeño. Ser madre le sienta bien. Inevitablemente sonrío otra vez recordándola hablar y mimar al pequeño Jupiter. —No, esperen que el señor está teniendo su momento de recuerdos en el que no quiere invitar a su mejor amigo aquí presente. —se pone de pie molesto y camina hasta mi escritorio, me quita el vaso de scotch y se lo bebe. —Tú no bebes Demetrio, no planees embriagarte vie
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