La fría mañana estaba llena de dicha, Madison preparaba un basto desayuno para su amado Jacob y su querido Oliver, por un momento, se sentía como si fuese a tomar el desayuno con su familia, aunque, la verdad, es que si lo eran, Oliver era su amado hijo adoptivo, y Jacob, era su esposo, todo eran risas y felicidad, al menos, por ese instante, su mente no se encontraba atormentada por las conspiraciones de su hermano gemelo ni tampoco de Kyle, era como si no existiesen, deseaba que aquello permaneciera siempre de esa manera, lo único que hacia falta para que su felicidad fuese completa, era que su hermano menor estuviese con ella, sin embargo, sabia que por lo pronto, aquello no seria posible, no solo por que Michael de manera deshonesta había ganado su custodia legal, también, porque el propio Maddox ahora guardaba un profundo rencor hacia Jacob debido a las muchas intrigas que había sembrado en el su hermano gemelo.Jacob hab&
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