—Tan malditamente segura como siempre Ángel —sonrió, no podía haber sorpresas, conocía muy bien su estilo de combate en el cuerpo a cuerpo, sus estrategias, era una asesina bien formada, pero había sido él su mentor.—Si no tienes miedo, deja ir a la niña y ven por mí —lo retó, conocía muy bien las fortalezas como debilidades de Donato, pero era cinco años más viejo y una pierna casi inútil de la cual parecía haberse olvidado.El silencio que siguió al desafío de Ángel, fue roto con el sonido de un disparo que cortó el aire...Ángel, estaba lo suficiente cerca como para hacerse con la niña, rodó sobre su vientre, hasta cubrir a la niña
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