Capítulo 2. ¡Oh Dios! Este hombre es intimidante hasta diciendo su propio nombre. -Mucho gusto señor Petróv, mi nombre es Ámber Pérez y estoy aquí para solicitar el trabajo de niñera. -dije todo eso sin mirarlo a los ojos, es que siento que me intimida, con esa mirada tan profunda. ¡¡Delante de él me siento como si fuera la mismísima Betty la fea!! Es que este hombre es esbelto, sus facciones son tan delicadas como las de una mujer china de familia adinerada, si no fuera por lo musculoso que está ya diría yo que es gay. Tiene los ojos verdes, el cabello tan negro y brilloso, esos labios que no son ni tan gruesos ni tan finos, que me llaman a gritos por querer probarlos, nariz fina, cejas bien gruesas negras, con una barba bien arreglada y se nota que es muy alto. Aunque sentado no se nota bien, p
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