Lilibeth Como se lo prometí al señor Lombardi todos estos días he permanecido en la mansión sin salir a ver a Massimo, solo espero que el confíe en mí y haga lo que le pedí hace tiempo, asistir a su boda y dejar todo en mis manos, sin darme cuenta ya me estoy arreglando para asistir a la supuesta boda de mi marido y no puedo evitar sentirme bastante tensa, trato de tranquilizarme por mi bien, pero me es imposible en este momento, todo lo que suceda en esa iglesia es como lanzar una moneda al aire, no todo está asegurado, así como pueden resultar las cosas bien puede ser que no sea el caso. Para la ocasión opto por un hermoso vestido de seda en color champagne, escote en V y corte trompeta, es como si en verdad fuese una más de las invitadas que van a presenciar la unión de dos personas que realmente se aman, tomo una mascada del mismo color que mi vestido, así como unos lentes oscuros y me los coloco, quiero darle una sorpresa de infarto a Maritza en cuanto me vea. Afuera de la igl
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