Jade temblaba. Desde el dedo gordo del pie hasta el último pelo de su cabeza. Veía al lobo caminar de un lado a otro y tragaba en seco imaginando todas las cosas que podía hacerle nuevamente. Le tenía terror, pánico a ese lobo y a la forma que la miraba.Pero esa vez no lloraba, no le daría el gusto. Ella tenía que ser fuerte o al menos aparentarlo y al parecer eso ayudaba. En sus encuentros anteriores que lloraba hasta por gusto el lobo parecía disfrutar, ahora era diferente, se notaba tenso e irritado.Jade no sabía si eso era bueno o malo. Con ese loco todo era malo así que no se emocionó.Al menos esta vez sus manos estaban amarradas delante y aunque fuerte aun podía mover sus dedos. Sonrió levemente. Si había algo que habría aprendido era que tenía al menos que protegerse cuando salía, por lo que en el fajín de su túnica llevaba la daga que aquella vez se había robado. Y esta vez al parecer haría uso de ella por primera vez, por mucho miedo que tuviera.-Ese desgrac
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