En la ducha me tomé todo el tiempo necesario. Ya que no me faltaba nada quería lavarme el cabello. Tengo unos días sin acomodarmelo, y si algo he aprendido de Carmen es que siempre tu cabello debe estar presentable. Veinte minutos o casi media hora después, no lo sé, salí del cuarto de baño. No había rastro de David, así que imaginé que ya había bajado al encuentro con los demás. Tenía la habitación para mí sola, cuando me dirigía a buscar algo de ropa, vi algo en la cama que llamó mi atención. Para mi sorpresa, había una caja rojo con un moño muy precioso encima y por supuesto, una nota. Antes de leerla, abrí la caja y me lleve una máxima sorpresa. Un vestido blanco de verano con flores de girasoles, pude ver que habían otras dos cajitas más pequeñas dentro y otra nota. Al abrirlas, me encontré otra nota, en una de ellas había un collar con un girasol, y en la otra, dos argollas con forma de girasoles. Cuando por fin vi el contenido por completo, agarré las dos notas y las leí c
Leer más