Solo había una cosa que podía hacer. Y esa era ganar. Por la manada, por todas las personas que confiaban en ella, por sus hijos, por Layan, por la hija que tenía que su vientre y por el lobo que le había hecho ver el mundo de una manera diferente. Por lo que no importara lo que pasara, ella debía destruir a Liam y más esencial, mantenerse con vida.Con esos pensamientos en su mente se abalanzó contra el enemigo. Esta vez enfocó todos sus sentidos y fuerza para dar los mordiscos necesarios. Sabía que mientras más ella se demoraba más posibilidades había que Layan y Hades corrieran peligro. Pero Liam se movió muy rápido y sus dientes aterrizaron encima del omoplato. Estos temblaron al tener contacto con la superficie con poco músculo. Aun así apretó y arrancó la pi
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